Abrir en caso de contagiarse de adolescencia.(1/5 Maratón)

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Querido hermano pequeño,
Te veo ahora, dormido profundamente a mi izquierda en el asiento del coche y, en lo único en lo que puedo pensar es en lo mucho que quiero protegerte.
Has cumplido 13 años hace poco y, dentro de nada serás un adolescente en todo su auge. Adolescencia suena a otro de esos términos sin sentido de la clase de Biología pero, hazme caso, aprenderás a pronunciarlo. Es decir, a tratar de no pronunciarlo y a encajarlo con una mezcla de asco, rencor y resignación. Ojalá que no tardes mucho en gritarlo con orgullo, aunque sé que te costará mucho verlo de esta manera.
Desde este momento hasta dentro de 10 años o quizás más, te espera un tramo difícil, del cual muchos no sobreviven sin secuelas. Te desearía suerte pero, aprenderás que ella no existe. Acabarás perdiendo la fe en la suerte, el destino, Papá Noel, los Reyes Magos, el Ratoncito Pérez, tus padres, tu Dios y probablemente, la que tuvieras en ti.
Porque, estimado hermano, te perderás. Te perderás mucho, muchas veces y por muchos sitios, en tantas ocasiones que, al final no sabrás cómo, porqué ni dónde. Por supuesto, te costará demasiado volverte a encontrar. Tanto que, cuando lo hagas no te reconocerás y te mirarás al espejo preguntándote si son tus músculos los que realizan los movimientos que esa superficie refleja.
Además de eso, tengo que advertirte sobre varias cosas, perderás también las ganas. Olvidarás que es eso de levantarse de un salto para leer o para ver un capítulo de Hora de Aventuras. Preferirás seguir en la cama, robándole al sueño preciosos instantes de magia que tanto necesitarás en tu día a día.
Tus amig@s cambiarán, todos lo harán. Muchas veces, quedar con ellos resultará en una especie de competición de la cual tú no habías sido avisado ni recuerdas haberte inscrito. Consistirá en ver quién puede sonreír más ampliamente, reír falsamente más alto, hacer más el tonto, contar bromas más groseras o despotricar más de los padres.
Porque sí, oh desgraciado hermanito, te enfadarás con los papás. Gritarás a papá que te deje en paz y que no te entiende ni lo hará nunca. Llorarás a mamá que te devuelva el móvil sin el cual llevas castigado una semana por mal comportamiento. A esas personas a las que tanto quieres les hablarás mal y, te sentirás horrible por ello pero, no lo podrás evitar.
Habrá un montón de cosas que no comprendas, el mundo girará muy deprisa y tú solo te tambalearás buscando el botón de la próxima parada. Habrá días en los que el mundo se pare al fin y se te desplomará sobre los hombros. Horas en las que no podrás respirar y solo quieras dormir. Minutos en los que odiarás tu propia existencia y te encerrarás en ti mismo. Segundos en los que sufrirás y te preguntarás por qué seguir intentándolo siquiera.
Bueno, te digo una cosa, todo saldrá bien. Aunque parezca la frase que se dice en la película cursi y que sólo surge efecto en el cine, es cierta.
Perderás la fe me muchas cosas pero, la recuperarás más fuerte y empezarás a confiar en otras que antes, ni sabías que existían, como en ti mismo. Conseguirás hazañas maravillosas y te reirás tanto que te dolerán las mejillas.
Además, perderse es la primera fase de encontrarse y, aquel día en el que te mires en el espejo y no te reconozcas, será de admiración. Será de sorpresa ante la persona tan compleja en la que te has transformado. No creo que, cuando las orugas construyen su capullo y se encierran en la oscuridad, se lo pasen demasiado bien, pero el resultado siempre es muy bello. Vale, tienes algunas piezas rotas pero, hermano, estás hecho todo un sol que brilla a través de las grietas. Eres una fiera que ha batallado contra el mundo y que ha salido victoriosa. ¡Ave César, tus miedos muertos te saludan!
Perderás las ganas, pero ay, si tú supieras lo fácil que es recuperarla y lo bien que sientan esos relámpagos de inspiración en la madrugada. Harás unas redacciones impecables, unos dibujos impactantes y, desarrollarás un dón único a base de tu actividad favorita, afán y no rendirte nunca. Jamás pierdas esa actividad que te mantiene vivo y hacia delante y, te garantizó que la oscuridad dejará de provocarte pavor. Te aseguro que si tu yo de pequeño pudiera verte en ese momento, serías su ídolo.
Tus amig@s cambiarán, pero no tengas miedo. Algunos te abandonarán, no vayas detrás de ellos a no ser que les(/te) necesites(/n). Hazte amigo de todo el mundo y, acuérdate de no partirle el cuello a quién no te moleste. Sí, hazte amigo de aquel niño solo en un rincón de la clase seguramente, tiene la personalidad más interesante de todas. Por supuesto, no tengas miedo de ser tú de vez en cuando el niño sin compañia en una esquina. Es bueno a veces estar a solas y pensar. Como he dicho antes, los que saben estar solos, suelen tener la mejor personalidad.
Eso sí, no te aísles demasiado, aunque nunca debes dejarte llevar por la presión de la sociedad. Bebe o no bebas, fuma o no fumes, ten muchos líos, parejas o no los tengas, haz lo que te de la real gana. Pero hazlo porque eres feliz haciéndolo, no porque el colega de turno te vaya a dar palmaditas en la espalda. No eres un perrito.
Cuida de mamá y papá, recuerda que son los mismos que te enseñaron todo lo que sabes aunque, te empieces a dar cuenta de muchas cosas en las que no estés de acuerdo. Mira, sé que cuesta, pero hace mucho que fueron jóvenes como para acordarse y no te van a comprender tanto como tú quisieras pero, en el fondo sí lo hacen. Te aceptan, entienden y quieren como nadie pero, deben ayudarte y decirte lo que haces mal. El boli rojo del profesor estricto duele, pero no te preocupes, si estudias todos tus fallos antes del examen final, conseguirás otro sobresaliente.
Por cierto, que no te preocupen las notas. Uno de tus mayores enemigos será el colegio pero, una mala nota no hundirá tu historial al igual que, un día faltando a clase tampoco te mandará al lado oscuro. Eso sí, tampoco quiero oír que mi hermanito va por ahí haciendo el tonto, esfuérzate. Céntrate en aprender lo que te enseñan e investigar aquello que te llame la atención, men memorizar cual loro, lo demás vendrá con ello. Dará igual que saques un 5 con tal de que 5 pautas estén comprendidas y asimiladas.
Habrá muchas cosas que no entenderás, el mundo gira muy deprisa. Pero, ¿acaso no es bonito eso? Ama tu propio caos y aprende a vivir con él. Ser adolescente es algo muy confuso pero emocionante a la vez. Te doy un truco para esos días negros en los que parece que la gravedad te ata al fondo del precipicio: no he preocupes por algo que en 5 años no importará. Créeme, no tendrás que calentarte la cabeza por casi nada si sigues esa filosofía.
Te hablo desde la experiencia, hermano pero, no sigas el camino que yo seguí. Dar consejos es más fácil que aplicárserlos así que no me cojas de modelo. Yo no lo hice tan bien como me gustaría que tú lo hicieras así que, encuentra tu propio camino. Yo podría haber sido mucho más feliz y quiero que tú sonrías más de lo que yo lo he hecho. Por mucho que sepas que me molesta que me ganes jugando al ajedrez, ojalá me derrotes en esta competición.
Capitán, querido hermano, le deseo suerte en su travesía de la adolescencia. Habrá tormentas, le advierto pero, como ya lo sabe, la equis del final siempre esconde un tesoro.
No tengo muy claro si esto es una advertencia para tí o un intento de salvación tardío para mí yo adolescente que andaba tan perdida.
Se despide, con aún ganas de sustituirte en algunos tramos pero también envidiosa de ser partícipe de tal suerte en otros.
Tu hermana mayor.

*Dedicado obviamente a mi hermano pero también a paulalo_14 emmaripmar diapabapa todas votando siempre las primeras. Muchas gracias por todo*

CUADERNO DE BITÁCORADonde viven las historias. Descúbrelo ahora