Capítulo 13

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Zac

Suave. Es la definición perfecta para su piel y no puedo dejar de tocarla. No me doy cuenta de nuestra proximidad hasta que su pequeña mano se posa en mi pecho, me detiene. Mis ojos se clavan en los suyos una vez más y me siento mareado. Es como si solo nosotros estuviéramos aquí. Su palma baja con suavidad hasta mi tórax y mis ojos se cierran al instante. ¿Cuánto placer puede causar una caricia? Solo sé que invoco toda mi fuerza de voluntad para no besarla o llevarla al baño y hacerle algo mejor.

Algo me dice que Em no es esa clase de chicas, no creo que se preste para darnos mutuo placer en el baño de un club. Se negó a bailar para el imbécil de Paxton, eso deja bastante claro que no es fácil de conquistar.

Cuando vi a Paxton tocarla, algo se prendió en mi interior y vi todo rojo. Conozco esa sensación y hace mucho que no me pasaba. Ya he tenido mis problemas con Paxton, pero él tiene muy claro que no debe meterse conmigo. Le pateé el culo más de una vez y no tendría problema de hacerlo de nuevo. No sé por qué me siento tan protector cuando de Em se trata, no puedo creer que esté cayendo de nuevo y que me esté dejando caer.

Su mano se aparta de mi cuerpo y vuelvo a la realidad. La maldita realidad.

—Gracias —repite y yo asiento al alejarme un paso más.

—Quizá deberías cubrirte un poco más.

Sus ojos se abren de más y se mira su ropa. Está para comérsela y lo sabe. El pantalón se ajusta a la perfección en su cadera y le marca un trasero increíble. Combinado con esa blusa que tiene escote y enseña su estómago. ¿Cómo no acercarse a ella? Cualquier idiota con ojos lo haría. Yo incluido. 

—¿Quieres decir que es mi culpa? —espeta con la mirada molesta.

—No, yo… lo que digo es… —Mi lengua se traba siendo incapaz de contestar.

—Olvídalo.

Y sin darme tiempo a decir nada más, se aleja de mí y se mete en el centro de la pista para bailar con su amiga y su hermano. Soy un imbécil, si algo aprendí de Ethan es a no meterme con la apariencia de las chicas. Aunque si lo piensa bien, es un cumplido, le dije que debería cubrirse más porque es sexi. Sí, intentaré verlo de esa forma. Me pido otra cerveza y me siento en el taburete. Mi vista no sale de otro punto; sus brazos se mueven al compás de la música. Una sonrisa pinta su bonito rostro y se dedica a intercambiar palabras con su amiga.
¿Por qué no me dijo que era su hermano? En serio casi le parto la cara ayer. Eso me hubiera costado que me volviera a dirigir la palabra. El tipo me mira con cierta molestia, se ve que es de esos celosos que no quieren que nadie se acerque a su hermanita. Lo siento, amigo, pero el mundo ya no funciona así y es ella la que decide cuán cerca o lejos me quiere.

—Linda, ¿no? —Garrett está parado junto a mí, observa cómo bailan todos.

—No sé de quién hablas —miento y aparto los ojos de la chica que me está costando evitar.

—Oye, no es pecado mirar a una chica mientras baila.

—¿Tú qué sabes de eso? —Lo pincho sabiendo que le gusta lo opuesto.

—Que golpe bajo. —Ambos reímos—. Ella es diferente, ¿sabes? En este momento no creo que busque salir con alguien, debido a lo que le pasó, pero todo a su tiempo. No creo que te diga que no por mucho. Yo no lo haría.

Ignoro sus últimas palabras de coqueteo inocente y me concentro en solo una cosa de todo lo que me dijo.

—¿Qué le pasó? —Garrett escupe su bebida y cuando me contempla, está tan pálido que parece transparente.

—N-nada… yo voy a… —Señala la pista y echa a correr.

Pero ¿qué mierda? Es lo mismo que me hizo Bridget, estoy más que seguro ahora que le pasó algo y me molesta que los demás lo sepan y yo no. ¡La conocen desde hace un mes!
Me acerco vacilante hacia la mitad de la pista, una chica intenta bailar conmigo, pero me la saco de arriba. Su amiga me ve primero y le da un toque en el brazo para que se voltee. Me mira, ceñuda, por un segundo. Me acerco un poco más para que pueda oírme a través de la música.

—¿Hablamos? —le pregunto al oído.

Me alejo lo suficiente para verla asentir y le tomo la mano para llevarla a un sitio más privado. Su hermano ve mi intención y enseguida interviene.

—Está bien, Aiden —comenta ella y él se aparta, dudoso.

Su mano es pequeña, pero encaja a la perfección con la mía y qué bien se siente. No recuerdo la última vez que esto pasó. Ethan me contempla con una sonrisa y Lisa me levanta los dos pulgares en señal de aprobación. Por favor, no voy a invitarla a salir o pedirle que sea mi novia, solo quiero saber lo que aparentemente todos saben.

Llegamos a un pasillo estrecho, que está vacío, debe ser el camino a la puerta de salida de emergencia. Em suelta mi mano y me escudriña, espera una explicación.

—Lamento lo de hace un rato. —Intento aliviar el ambiente tenso.

Jamás me costó disculparme, creo que no soy tan orgulloso al respecto. Sé que, si cometí un error, debo enmendarlo y no darle tantas vueltas como hacen todos. Eso me hace sentir diferente y, de cierta forma, me hace ser mejor de lo que todos piensan.

Su ceño fruncido desaparece al instante y la sorpresa se instala en sus ojos verdes.

—No te preocupes, Zac. —Una pequeña y tímida sonrisa se abre paso en su rostro.

Por inercia, me acerco un poco más a su cuerpo y ella da un paso atrás chocando con la pared. Sus orbes nerviosos miran por donde vinimos y sé que busca salir de ahí. Mi brazo se adelanta a sus acciones y la acorralo. Su respiración se vuelve irregular cuando me acerco a su oído para hablarle. Su perfume inunda mis fosas nasales y no puedo evitar rozar mi nariz en la piel suave de su cuello.

—Quiero saber lo que todos saben.

Me alejo lo suficiente para ver su reacción. Su lengua remoja sus labios de forma nerviosa y todo se enciende en mi interior.

—No sé de qué estás hablando; de cualquier modo, no te debo ninguna explicación. —Su voz suena temblorosa, pero su mirada no se deja intimidar.

—Garrett te conoce desde hace un mes.

—Lo sé.

—Y mi tía también.

—¿Cuál es tu punto? —replica, molesta.

—Ellos saben algo que yo no.

—Quizá no confío en ti como en ellos.

Auch. Sus manos empujan mi pecho con cuidado y se aleja de mí. Emprende camino hacia la pista de nuevo, pero le tomo el brazo con el mayor cuidado posible antes de que logre irse. Se voltea una vez más.

—Sal conmigo entonces.

¿Por qué hago esto? Estoy invitándola a salir solo porque quiero saber lo que todos saben. Porque no soporto la idea que confíe en todos los demás, pero no en mí. ¿Qué pretendes, Zac? No tengo idea. Hoy llegué a un punto con esta chica que no había logrado con otra antes, ni siquiera con… ¡No! La aparto de mis pensamientos, Em me mira, confundida, cuando libero su brazo y me voy prácticamente corriendo de ahí.

Salgo y el aire frío me golpea la piel; no me importa. El calor hierve en mi interior y no hay frío que lo apague. Me llevo ambas manos a la cabeza y sacudo mi cabello, estoy frustrado. Ella debe pensar que soy un maldito psicópata. La invité a salir y me fui corriendo.

—¡Mierda! —grito a la oscuridad de la noche.

Un par de personas me ven como si estuviera loco y tal vez lo estoy, aunque no quiera aceptarlo.

—¿Tan mal estuvo? —Ethan está parado a unos metros de mí.

—No tienes ni idea.



Aquí les dejo lo prometido ❤ espero que les guste y no olviden comentar para saber si les gusta ❤ gracias por leer ...x

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