Capítulo 33

559 85 19
                                    

Dedicado a thegirloser muchas gracias por leer mi historia ❤

Em

Sonrío de manera incómoda al doctor Stone cuando nos abre la puerta de la casa de Zac. Su mirada de sorpresa se transforma en entendimiento puro cuando ve nuestras manos entrelazadas. Estoy en ese punto en donde no le cabe ni un ápice más de vergüenza a mi cuerpo y sin darme cuenta soy arrastrada de forma distraída hacia el interior de la casa.

— Em, que agradable sorpresa. —Su sonrisa habitualmente profesional se convierte en un gesto amable que me trae bastante alivio.

— Lamento haberle omitido este detalle Dr. Stone.

— Ya veo el porqué de tanta confusión —dice mirando a Zac—. Puedes decirme Logan.

— Lo intentaré —musito aún con los nervios a flor de piel.

— ¿Confusión? —cuestiona Zac y una risa corta se escapa de mis labios.

— Política de privacidad, Zac —reprende Logan sin borrar la sonrisa de su rostro y Zac masculla algo que no puedo entender.

— ¡Em, linda! Gracias por venir. —Unos delgados brazos me rodean de forma maternal e intento corresponder el gesto sin soltar a Zac y sin presionar mucho la abultada barriga de Bridget.

— Lamento haber venido con tan poca antelación —murmuro separándome de sus brazos.

— No digas tonterías, cociné como para un batallón. Suelo olvidar lo anti amigos que es mi sobrino y siempre termina sobrando comida —dice de manera exagerada, pero el humor es palpable en cada palabra.

— Sigo aquí, ¿sabes? —Zac replica.

— Dijiste que tardarías media hora, ¿sabes? —Bridget lo imita y no soy capaz de aguantar la carcajada que se construye en mi garganta.

— Siempre hacen eso —explica Logan—. Pasa por favor y ponte cómoda en lo que terminamos de preparar la cena. Zac ve a ducharte, apestas.

— No tengo quince años.

— Con más razón —refuta su tío.

Zac mira al techo por un momento y me doy cuenta de que está lanzando una especie de maldición al cielo y otra vez hago un esfuerzo para no reírme. Él se voltea y pone su atención en mí. Puedo ver la duda en sus castaños ojos y el terror de dejarme sola con su familia, pero me dedico a regalarle un asentimiento logrando que algo de tranquilidad aparezca en su mirada.

— No tardo nada. —Estoy a punto de contestarle que no importa cuanto pueda tardar, cuando planta un beso casto en mis labios y me quedo helada.

Zac gira sobre sus talones y sube los escalones de dos en dos. La sangre se acumula en mis mejillas provocando ese bochorno ya conocido para mí e intento desviar la mirada de la sonrisa de sus tíos. No sé cuantos  segundos pasan, pero se siente como una eternidad cuando Bridget por fin me pide que la siga a la cocina.

Lisa se encuentra probando algo de lo que está hirviendo en la estufa cuando nos adentramos al pequeño, pero cómodo espacio. El olor a especias inunda mis fosas nasales y mi estómago ruge en respuesta. Se me hace agua la boca de solo ver el pollo ya cortado en una fuente y rodeado de vegetales recién hechos. Bridget tiene un talento culinario bastante impresionante, aunque no podría reemplazar a Brenda.
La novia de Ethan voltea y una sonrisa gigante se apodera de su rostro. Honestamente no soy tan simpática por lo que no entiendo cómo es que le caigo bien a todos por aquí, Zac incluido.

— Me alegra verte aquí —dice dándome un abrazo rápido—. Bridget la salsa de arándanos ya está.

— De acuerdo, pongamos la mesa entonces —Bridget aplaude con tal entusiasmo que es imposible no sentirse bien a su alrededor.

— Em, ¿quieres darme tu abrigo? —Asiento mientras me lo saco a toda velocidad. Se lo tiendo a Lisa quien desaparece por el pasillo y vuelve un minuto después.

— ¿En qué puedo ayudar? —pregunto con algo de timidez.

— ¿Puedes rebanar el pan y ponerlo en esta canasta, cielo? —Bridget me tiende el pan recién horneado y un cuchillo.

Asiento y me pongo manos a la obra. Lisa se dispone a llevar los platos al comedor y cuando regresa se sienta a mi lado. La miro por un segundo y no soy capaz de identificar más que la perversa sonrisa que pinta su rostro.

— ¿Así que…?

— ¿Sí? —pregunto sin entender de qué quiere hablar.

— ¿Zac ya se arrodilló a tus pies? —Una risa nerviosa se escapa de mis labios y escucho a Bridget reír también.

— Técnicamente yo lo busqué, creí que debíamos hablar como adultos —explico mientras el pan cruje bajo el cuchillo.

— Ethan me dijo que estuvo como una maldita alma en pena luego de haberlo arruinado el sábado. Los hombres no saben lo que quieren. —Voltea los ojos de forma dramática y sonrío.

— Zac es especial, Em y no te lo digo por ser su tía —interviene Bridget—. Él tuvo un año muy difícil y por eso le cuesta tanto confiar en las personas.

— Chicas diría yo —aclara Lisa.

— Supongo que Camile es el motivo de eso —digo dejando el cuchillo a un lado y me concentro las dos miradas sorprendidas que tengo frente a mí.

— ¿Te habló sobre ella? —pregunta Bridget totalmente impresionada.

— No directamente, pero supongo que hablará de ella cuando esté listo. Yo tampoco le he dicho todo sobre mí. —Miro a la tía de Zac y ella asiente sabiendo perfectamente de lo que estoy hablando.

— ¿De qué hablan?

Las tres saltamos sobresaltadas al oír la voz de Zac. Se encuentra parado en el umbral de la puerta frotándose el cabello húmedo con una toalla, su sonrisa parte desde la comisura derecha de su boca, pero no dejo de ver el detalle más importante: está completamente afeitado. Tengo que luchar contra los impulsos de mi cuerpo para no acercarme y sentir la piel tersa bajo mis dedos.

— Zachary, ¿qué te he dicho de andar de chismoso? —reprende Bridget.

Lisa y yo soltamos una sonora carcajada mientras el rostro de Zac se contorsiona de la vergüenza. Me muerdo el labio inferior en un intento de contener la risa y sus ojos caen directo en mí, su mirada se llena de una ternura que antes no había visto ahí y mi corazón enloquece en respuesta. Me encanta.

— Hola —Ethan irrumpe en la cocina con un par de bebidas en sus manos.

— ¡Que comience la cena! —exclama la tía de Zac y todos la seguimos al comedor.

...


La cena pasa increíblemente rápido y a gusto. La comida de Bridget es sin duda una de las mejores que he probado y no digo eso con facilidad a cualquiera.
El calor y la compañía que sentí esta noche rodeada de estas maravillosas personas, no lo cambiaría por nada en lo absoluto.

Ver a Zac desenvolverse tan a gusto con sus tíos y sus amigos, me hace sentir tan jodidamente bien, porque se lo merece y espero que en serio sepa cuan afortunado es.

Luego de lo que Bridget me dijo, no puedo evitar odiar más a la tal Camile, sin duda es una idiota y una maldita ciega. ¿Cómo pudo dejarlo? Es una pregunta que me atormenta a diario, porque el hombre que está sentado a mi lado sosteniendo mi mano con una gran sonrisa de felicidad en su rostro, es un ángel y no entiendo en que estaba pensando para terminar con él de la forma tan cobarde en que lo hizo.

Ella sin duda se lo pierde porque yo no pienso dejarlo ir. Zac no solo me ha infundado una seguridad indescriptible como nadie lo había hecho incluso antes de mi ataque, a él le gusto de verdad, tanto que estuvo dispuesto a no seguir por miedo a que pierda mi estilo de vida. Sé que se siente inseguro al respecto y por eso me prometí demostrarle que el maldito dinero no modifica en lo absoluto lo que va a pasar entre nosotros y estoy más que dispuesta a intentar todo con él.

Ethan y Lisa fueron los primeros en despedirse y luego de una divertida charla con Bridget mientras la ayudaba con la limpieza de los trastos, me tocó  despedirme a mí también. En cuanto salimos por la puerta, la tía de Zac prometió volver pronto al gimnasio y eso me tranquilizó más de lo que esperaba, me agrada mucho Bridget y es increíble lo mucho que me entiendo con ella.

— Menos mal que Jane no pudo venir, pero estoy seguro que no faltará oportunidad luego de esta noche. Bridget ya debe estar con el teléfono en la oreja contándole todo sobre ti —dice Zac una vez que llegamos a donde dejé el coche estacionado.

— Me encantaría conocerla también —admito con una sonrisa.

— Oh retráctate ahora que tienes tiempo. —Dejo salir una risa más confiada… Más segura.

— Lo digo en serio —aclaro luego de haberme calmado—. Me encantó esta noche.

— A mí me encantó tenerte aquí. —Su cuerpo acorrala de manera sutil el mío junto a la puerta del auto—. Es por mucho el mejor cumpleaños que he tenido. —Mi corazón se acelera de manera incontrolable ante su confesión. El nombre de Camile viene a mi cabeza y mis hombros se hunden levemente por la molestia, no puedo contenerlo más.

— Sé lo de Camile —susurro cuando sus labios estaban casi sobre los míos.

Zac se aparta lo suficiente para verme a los ojos y cuando lo hace, espero ver enojo o molestia por indagar tanto en su pasado, pero lo único que soy capaz de identificar es preocupación mezclada con una emoción que es casi imposible de identificar… ¿Miedo?

— Ella me dejó hace un año más o menos y me partió el corazón. —Su sinceridad duele y escuece de tal forma que me hace querer hacerle daño a la maldita—. Pensaba que estaríamos juntos para siempre, pero creo que ella siempre tuvo otros planes y yo no estaba incluido en ellos. —Zac se aclara la garganta y veo que intenta buscar más en su cabeza para decirme. Mis manos se colocan por primera vez en toda la noche en la piel previamente rasurada de su rostro y que bien se siente. Sus ojos se cierran y sé que intenta absorber mi tacto.

» Ella me rompió Em, no tienes idea de la oscuridad que se apoderó de mí en ese momento. Mis tías prácticamente me obligaron a salir de mi cuarto. No tenía ningún tipo de motivación.

— ¿Cuánto tiempo estuviste así? —Las lágrimas nublan mi vista, pero no permito que ninguna se me escape.

— Aún siento que estoy en esa oscuridad.

— Zac —balbuceo y dejo caer la cabeza sobre su hombro. Mis lágrimas ya no son contenidas y corren libremente por mis mejillas—. Lo siento —digo sin saber exactamente por qué me disculpo.

— No bonita, tú eres lo que me hace seguir ahora —murmura contra mi pelo.

— Tú igual —digo apartándome de la comodidad de sus brazos para verlo los ojos.

— Em, sin duda eres la chica que estuve esperando todo este maldito tiempo y pasaría por toda esa mierda de nuevo si tengo la seguridad de al final vas a estar ahí. —Mis labios callan los suyos y todas las cosas negativas que puedan salir de ellos.

Sus palabras traen consigo un nivel de emoción que provoca que mi corazón haga un baile extraño y loco en mi pecho.

— Prometo ser mejor que ella —musito con suavidad mientras soy incapaz de separarme por completo de él.

— Créeme cuando te digo que ya lo eres. —Sus labios cubren los míos una vez más y me permito creer en sus palabras porque ahora mismo siento que me estoy enamorando de él.

Bueno les dejo este lindo capítulo hasta el miércoles. Particularmente me gustó escribir involucrando más a la familia de Zac y que poco a poco se vayan destapando los agujeros del pasado, aunque queda mucho por saber aún, si saben de que hablo 😅 muchas gracias por leer y espero que tengan un buen inicio de semana♡ los leo...x

P.s: Zac en la portada 🔥

FIGHTOVE © 《DISPONIBLE EN AMAZON》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora