Capítulo 24

550 85 10
                                    

Em

—Entonces…

Garrett deja la palabra en el aire mientras yo aún tengo mi concentración puesta en el chico que se dedica a aporrear al otro contra las cuerdas.

—¿Qué? —pregunto algo exasperada.

—Su charla fue algo acalorada por lo que nos dijo Ethan —reprime una sonrisa.

—Son unos chismosos.

—Es una virtud —se encoje de hombros y ríe en el proceso.

—Para ti —contesto—. No hemos dejado las cosas claras aún y en este momento lo único que quiero es que no le partan la cara.

—Tienes que admitir que si le rompen la nariz se vería todavía más sexi.

—¿Por qué? —pregunto intentando no imaginarlo.

—¡Por favor, chica! Si todos los hombres con la nariz rota están buenísimos —Garrett utiliza un extraño tono agudo que solo me hace reír.

—Estás demente —replico intentando no reír.

—Pero no lo negaste.

Volteo los ojos y él ríe presumiendo tener la razón. Zac parece un experto en el cuadrilátero y si no fuera por el pequeño detalle de que las peleas son ilegales, realmente creo que tendría un buen futuro en este deporte.

En lo particular no me gusta nada ver a dos personas golpeándose hasta que uno pierda la razón o se rinda. Soy de las que prefieren un partido de futbol y si es desde la comodidad de mi departamento mejor. Claramente las personas de aquí difieren totalmente con mis gustos, ya que están completamente enloquecidas. Cada vez que Zac ataca, los gritos de los fanáticos por la violencia atraviesan mis tímpanos.

El tiempo parece correr demasiado lento o los rounds son demasiado largos para mí. Zac se aparta por un segundo para tomar un mejor ángulo, pero el tipo no pierde la oportunidad y le propina un gancho en la mejilla izquierda justo cuando suena la campana. Un jadeo se escapa de mis labios y el conocido nudo de nervios se aprieta en mi estómago. Incluso desde la distancia puedo presenciar el color escarlata de la sangre que chorrea por su mejilla.

—Ya vuelvo.

Ethan sale de nuestro campo de visión para atravesar a la multitud de personas que se acumulan más cerca del cuadrilátero.

—Dijeron que no lo golpearían —reprocho algo molesta.

—Em, es una pelea. En algún momento podía pasar, pero no te preocupes porque Norton está agotado y Zac le sacará provecho a eso.

Asiento incapaz de contestarle a Lisa. Cuando vuelvo a mirar el centro de locura, unos castaños ojos me devuelven la mirada y me dedica una sonrisa despreocupada. El corte no parece ser demasiado como la sangre que fluye del mismo, pero aun así es notorio. ¿Cómo le explica a su tía las contusiones de cada pelea?
La campana vuelve a sonar y sin darme cuenta la pelea comienza  de nuevo. De forma nerviosa comienzo a morder mis uñas y a rezar internamente para que Zac gane. Está decidido, no volveré a ninguna otra pelea. No me gusta la violencia en lo absoluto e incluso la odiaba desde antes de haberla vivido de primera mano.

Mi teléfono vibra en el bolsillo de mis jeans y cuando lo saco veo una foto de AJ mordiendo un muñeco extraño, el mensaje de Tara hace que se me escape una pequeña carcajada.

“AJ extrañaba a su tío y yo también”

Volteo los ojos al cielo y sigo leyendo las cursis palabras de mi amiga.

“Aiden no sospecha nada, te esperamos en nuestro departamento”

Tecleo una rápida respuesta de agradecimiento y le aseguro que le debo una. Sé que ella está muy incómoda con las mentiras y más cuando de Aiden se trata, por eso le agradezco tanto por todo lo que hace por mí.

FIGHTOVE © 《DISPONIBLE EN AMAZON》Where stories live. Discover now