Capítulo 31

592 83 25
                                    

Em

“Me rindo a tus pies, Em. Estoy loco por ti”

No puedo evitar cerrar los ojos y permitir que su confesión se instale en mi mente… En mi corazón.

Estuve acostada por horas en mi sofá debatiendo internamente si esto valía la pena. Si me arriesgaba a enfrentarlo luego de lo que sucedió el sábado y me alegra haber tomado la decisión correcta.

Todo el miedo que estuve sintiendo este maldito fin de semana se disipa de mi cuerpo cuando siento sus brazos alrededor de mi cintura, sosteniéndome… Protegiéndome. Cada célula de mi ser responde en el acto ante su contacto suave y firme, en este momento es todo lo que está bien y lo que necesito para respirar con normalidad.
Su nariz roza suavemente la mía y mi corazón se acelera considerablemente. Jamás sentí este tipo de química con nadie y creo que nunca lo sentiré si no es con él.

Zac está fuera de lo común en todos los sentidos posibles y sí, quizá tengo mucho que saber aún, pero en este jodido instante solo me importa terminar con el tortuoso espacio que hay entre nuestros labios.

Mis manos se aferran a su cabello y lo acaricio con suavidad. Un suspiro se escapa de su boca mientras sus ojos se cierran, el placer de mi caricia se refleja en sus facciones y no lo soporto más. Lo beso, con urgencia y con necesidad, pero sobre todo, lo beso con miedo a que todo desaparezca… A que sea demasiado bueno para ser verdad.

Un gruñido retumba en su pecho y me encuentro queriendo estar más cerca de él. Sus dientes muerden suavemente mi labio inferior y no puedo reprimir el gemido que se me escapa. Creo que nunca nos habíamos besado así, el deseo puro recorre mi torrente sanguíneo y quiero más… Lo quiero todo de él.

—Em… —Mi nombre es arrastrado por sus labios, pero no me detengo—. Em —repite y me digno a apartarme, pero no demasiado. El calor sube por mi cuello hasta asentarse en mis mejillas abriendo paso a la conocida vergüenza.

—Lo siento, yo…

—No. —Sus dedos se posan en mi barbilla y la sube para que pueda verlo a los ojos—. Si no paramos, te haré mía ahora mismo.

Sus palabras me golpean con fuerza y me aparto un poco más de su cuerpo. Una sonrisa gigante pinta su rostro y no puedo evitar avergonzarme un poco más.

Mi cuerpo no debería reaccionar así, pero no puedo controlarlo y tengo miedo. Mierda, estoy tan aterrada de todas las sensaciones que me hace experimentar, porque quizá para él es completamente normal, pero para mí es caer en picada en una agradable pesadilla en la que no sé si quiero despertar.

Es tan extraño que asusta, no me siento capaz de decirle lo que me sucedió, pero tal vez deba comenzar contándole que fui brutalmente asaltada y omitir la asquerosa parte de la violación. Tarde o temprano tendré que decírselo, pero ¿cómo? La imagen de su rostro asqueado no deja de aparecer en mi cabeza y eso me destruiría en niveles que no puedo explicar.

Su mano ahueca mi mejilla y me hace centrar toda mi atención en él nuevamente. Soy capaz de ver la curiosidad detrás de sus ojos porque ahorma mismo debe estar viendo la batalla que llevo dentro de mí.

—Zac… —murmuro buscando las palabras correctas.

—Em, no tienes que decirlo si no estás lista.

Lo miro claramente sorprendida, en sus ojos veo honestidad tras haber expulsado esas palabras y me siento un poco aliviada, aunque no lo suficiente. Sé que está intentando ser amable, pero la curiosidad por saber que sucede conmigo la tiene desde que nos conocimos y necesito decirle que es lo que pasa porque luego de la llamada que recibí hoy no puedo seguir ocultándole cosas.

FIGHTOVE © 《DISPONIBLE EN AMAZON》Where stories live. Discover now