Capítulo 36

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Em

Las horas en el departamento de Zac pasan más rápido de lo que me gustaría y sin poder posponerlo más, nos encontramos yendo de camino al gimnasio para las clases de defensa personal.

La tensión por lo que sucedió hoy ha disminuido considerablemente gracias a Dios y a pesar de estar terriblemente aliviada por no haberme presionado para decirle todo lo que de verdad está pasando; no puedo evitar que la culpa me carcoma por dentro.

Ambos estamos tan bien y me parece tan injusto tener que arruinarlo con algo así, intento buscar todas las excusas posibles, pero sé que en algún momento se me van a agotar y la verdad tendrá que salir a luz con sus horribles consecuencias por haberla ocultado.

Zac está concentrado en el camino y en sus pensamientos, con una mano en el volante y la otra en mi rodilla, un gesto que enloquece por completo a mi corazón. No puedo dejar de mirarlo y ni siquiera lo nota. ¿Cuánto tiempo más me queda para estar de este modo con él? Me desanima pensarlo y no quiero ni imaginar cómo me voy a sentir en realidad.

Un nudo ansioso se aprieta en mi estómago ante las posibles reacciones que él puede tener al saber lo de la violación, pero me concentro en la única positiva que maquina mi cerebro. Zac acepta y entiende el porqué de mi inseguridad y todo termina bien para nosotros. Intento no reírme ante las estupideces que se me ocurren y me concentro en el camino, en los árboles a nuestro alrededor y en las nubes grises que se extienden sobre nosotros. Otra tormenta se acerca y comienzo a pensar en que no solo del clima se trata.

— Estas muy callada —dice Zac al tiempo que estaciona justo frente al gimnasio.

— No es a propósito —murmuro abriendo la puerta del copiloto para salir.

— ¿Todo bien entre nosotros? —pregunta una vez frente a mí.

— Sí, solo no quiero golpear el saco de box —miento y para mi sorpresa me cree cuando comienza a reír.

— Em, tienes un gancho fuerte y  hoy me dedicaré de lleno a enseñarles algunos movimientos básicos para poder librarse de un agresor. —Siento el peso de sus palabras sobre mis hombros y no puedo hacer más que asentir mientras lo sigo al interior del edificio.

Garrett nos ve y se levanta del suelo para salir corriendo en nuestra dirección y abalanzarse sobre mí. Suelto una risotada mientras le devuelvo el gesto amistoso con más fuerza.

— ¿Cómo estás? Lamento no haberte avisado que no vendría el miércoles, tuve una entrevista de trabajo —habla a toda velocidad y Zac se aparta para ir a dejar su bolso en uno de los casilleros, pero sé que quiere darme algo de espacio para ponerme al día con Garrett.

— No te preocupes, ¿cómo te fue en la entrevista? —cuestiono con curiosidad. Él hace una mueca de tristeza mientras nos ponemos a estirar.

— No me dieron el trabajo, cada vez está más difícil y no creo que mis ahorros puedan pagar las clases por mucho tiempo —explica con algo de vergüenza tiñendo su voz.

— Garrett quizá no sea mucho lo tuyo, pero la empresa de mi padre tiene un excelente programa de becas remuneradas e incluso te pueden capacitar para el trabajo diario —informo de una extraña manera profesional y sus ojos se iluminan por un instante, pero se apagan enseguida.

— ¿No hay que estar estudiando para eso?

— No si eres la hija del jefe. —Le regalo un guiño y él suelta una sonora carcajada—. Más tarde llamaré a mi padre y le diré que te programe una entrevista. —Sus brazos me envuelven con fuerza.

— No tienes idea de lo mucho que significa para mí, Em, muchas gracias —murmura sin aflojar sus brazos.

— ¿Debo preocuparme? —La voz de Zac nos hace separarnos y una sonrisa pícara se extiende por el rostro de Garrett.

FIGHTOVE © 《DISPONIBLE EN AMAZON》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora