Capítulo 30

580 93 47
                                    

Dedicado a cada_dia_ ♡ muchas gracias por se lectora constante en mi historia ♡

Zac

El lunes llega a toda velocidad y maldigo en voz baja cuando siento la maldita alarma. Estiro el brazo y busco a tientas el dichoso aparato hasta apagarlo. Creo que apenas pude pegar un ojo en toda la noche y cuando la luz se comenzó a filtrar por las ventanas, mi cuerpo decidió rendirse por completo para otorgarme una hora de sueño completo.

Suspiro con pesadez mientras me incorporo en la cama y tomo la primera camiseta que veo para ponerme, no me preocupo demasiado por ver si está limpia o sucia, de cualquier modo debo ducharme antes de partir al gimnasio.

La culpa apenas me ha permitido pensar con claridad estos dos días y estoy a punto de perder la puta cabeza. Emerson aparece una y otra vez en mis pensamientos; y la imagen de sus ojos al borde de las lágrimas son otro recordatorio del error que cometí. Lo que no daría para tenerla aquí conmigo, pero mi parte pesimista sabe de alguna forma que esto es lo mejor, por más que quiera negarlo.

Los golpes en la puerta me hacen volver a la realidad y le permito el pase a mi tía, quien viene a mí con una gran sonrisa como si hubiera ganado la lotería.

— ¡Feliz cumpleaños! —exclama con emoción.

Mierda. Olvidé mi maldito cumpleaños, ¿cómo carajos es eso posible? Tendré que culpar a Em de nuevo, por meterse en mi cabeza y no dejarme pensar en nada más.

— Gracias. —Logro pronunciar y un profundo ceño se abre paso en su frente.

— ¿Olvidaste tu cumpleaños, cariño? —No puede evitar reír al terminar la pregunta.

— He estado distraído supongo.

— Sí, claro —dice con sarcasmo—. La cena es a las ocho así que procura no distraerte demasiado hoy.

— Aquí estaré. —Me las arreglo para sonreírle y con mi respuesta satisfactoria, se va de mi cuarto para dejar que me aliste para el trabajo.

Cuando llego al gimnasio, el único auto estacionado es el de Ethan, quien me espera con una  gran sonrisa. Me despido de Logan y le agradezco el aventón. A pesar de mi charla con Bridget por las peleas ilegales, decidí que me enfrentaré a Dawson de igual forma porque debo tener un coche. Ya me cansé de tener que estar pidiendo que me traigan o que vengan por mí, esos cinco grandes serán más que suficientes para comprarme un auto.

El pago final de mi departamento lo voy a concretar mañana para que por fin pueda dedicar el fin de semana a mudarme. Extrañaré los desayunos con Bridget y sin duda las comidas deliciosas, pero ya debo dejar el nido y no podría estar más emocionado por eso.

— Feliz cumpleaños, amigo. —Me abraza en modo de saludo mientras murmuro algo inentendible que sonó como un agradecimiento… Creo—. ¿Cómo te fue el sábado con Em?

Cierro los ojos ante la inevitable pregunta, sabía que en algún momento iba a querer saber algo. Ethan es un maldito chismoso. Los recuerdos de esa noche me azotan y termino contándole todo. Desde nuestro momento de intimidad en su sofá hasta la presunta interrupción de su prometido o ex prometido, a esta altura ya me da igual. Incluso le digo sobre mi charla con Bridget y el hecho de que sabe lo de las peleas.

» Diablos amigo, lo siento.

— Como sea… Bridget quiere saber si los cuenta a ti y a Lisa para la cena de esta noche.

— Claro, con lo bien que cocina tu tía, no podemos decir que no. —Asiento y doy por terminada la conversación.

El día se pasa increíblemente rápido y agradezco eso. Estuve armando rutinas de entrenamiento para los nuevos ingresos del gimnasio y me alegra saber que en verdad está funcionando. Mi tía invirtió mucho en este negocio y saber que tiene la confianza de dejarme manejarlo en este momento, es muy gratificante. Cada mes aumenta un poco más el ingreso y podría decir que estamos en nuestro mejor momento.

Que el tiempo corra rápido me ayuda a no  pensar en Em como lo he hecho las últimas cuarenta y ocho horas, pero aun así está presente. Cada neurona de mi cerebro se niega a borrarla de ahí y para ser honesto, no quiero que se vaya.

— Zac, debo recoger a Lisa en el trabajo. —Ethan me devuelve a la realidad, cuando aparece en mi campo de visión mientras termino de apagar los aparatos.

— Termino en diez minutos…

— Tengo que ir ahora —dice cortándome, lo miro ceñudo porque soy capaz de notar el nerviosismo en su tono de voz.

— ¿Qué te pasa? —Mi pregunta suena un poco más ruda de lo que pretendo.

Una sonrisa extraña brilla en el rostro de mi amigo y de repente se hace a un lado para permitirme ver detrás de él.

Mi corazón se dispara cuando veo a Emerson Lowell parada a tan solo unos metros de nosotros. Su mirada es tímida y ansiosa, podría perderme para siempre en ella.

Me quedo petrificado y no sé bien cómo reaccionar. Ella parece estar en la misma situación lo cual me hace sentir un poco mejor. Se ve muy linda, como siempre, pero en sus ojos puedo detectar cansancio e incluso algo de preocupación. Algo le pasó.

— Zac nos vemos en tu casa. —Mi amigo habla, pero solo soy capaz de regalarle un asentimiento vago porque no soy capaz de apartar los ojos de ella.

La puerta plegable que lleva a la recepción del gimnasio resuena en el espacio, indicando la salida de mi amigo y mi concentración cae de nuevo en ella. El silencio entre nosotros es tenso y ninguno de los dos parece querer romperlo. Entonces ella emprende a paso lento su camino hacia mí, todo mi cuerpo se revuelve ansioso, sin embargo no se lo hago  notar. Em se para justo frente de mí y la poca fuerza de voluntad que me estaba convenciendo tener, cede por completo ante su presencia.

Una sonrisa tímida se abre paso en su rostro mientras abre una bolsa que apenas noté que tenía en sus manos y saca una caja con un lazo. Frunzo el ceño cuando el olor a chocolate inunda mis fosas nasales y mi estómago ruge en respuesta.

— Feliz cumpleaños, Zac. —Su voz entra en mis oídos como un susurro delicioso y ya no me puedo contener.

Mis acciones son más rápidas que mis pensamientos cuando coloco mi mano en su nuca y la beso. Ahoga un pequeño grito por la sorpresa, pero un par de segundos después responde a mi hambrienta necesidad y rodea su mano libre en mi cuello.

Todo pensamiento coherente es drenado de mi cabeza porque ya no me importa nada, no me interesa la falta de sueño ni el miedo que sentí de no volver a estar así con ella. Absolutamente todo se esfuma con el toque de sus labios sobre los míos y ya no hay marcha atrás; estoy completamente loco por ella.

— Zac… —murmura antes de apartarse de mí—. Esto no es lo que tenía en mente. —Sonríe de manera tímida y presiono mis labios sobre los suyos una vez más.

— Créeme que yo tampoco pensaba en esto —digo tomando la pequeña caja que contiene el postre y dejándola sobre el mostrador que hay detrás de mí—. Gracias por esto, no era necesario.

— No sabía que te podía regalar y soy pésima con los obsequios en general. Creo que lo único que quería hacer es verte y decirte que quiero estar contigo.

Sus palabras se asientan en mi cabeza y me permito caer, porque se siente jodidamente bien y solo ella ha logrado eso. Em me mira expectante y me doy cuenta de la duda que se cala en sus ojos, está esperando por mi respuesta.

— Estoy ahora mismo… —Mi voz titubea y el terror se abre paso en sus facciones—. Me rindo a tus pies Em, estoy loco por ti.

Buen fin de semana para todos ♡ espero que les guste el capítulo y como siempre muchas gracias por tomarse el tiempo de pasar por esta historia ☆ los leo...x

FIGHTOVE © 《DISPONIBLE EN AMAZON》Where stories live. Discover now