Capítulo 50 - El final

559 68 50
                                    


Soy apartada bruscamente del cuerpo de Patrick, pero no lucho por mi vida porque quiero que todo acabe de una vez. Mi cabello es jalado con tanta fuerza que me sorprende que no se haya desprendido de mi cuero cabelludo y cuando siento el césped de nuevo bajo mi espalda, cierro los ojos porque sé bien lo que va a pasar.

Los segundos son eternos y soy consciente de que nada pasa, sigo en la misma posición y cuando me atrevo a abrir los ojos, veo a Dawson en el suelo y sobre él está Zac.

Lo golpea sin parar, sin pestañear y sé bien cuál es su objetivo. Intento levantarme, pero mis músculos me traicionan y caigo de nuevo. Dawson le propina un derechazo a Zac y se lo quita de encima para tomar ventaja él y comenzar a golpearlo.

—Eres un maldito cobarde… Renunciaste a nuestra pelea por tu zorra y ahora mírate —brama con molestia.

Las manos de Dawson se aprietan alrededor del cuello de mi chico y veo que poco a poco va perdiendo el color. No me va a quitar a Zac también.

Me incorporo con determinación y me lanzo sobre él. Sorprendido pierde el equilibrio y cae a un lado conmigo aún enganchada sobre su cuello. Dawson se deshace de mi agarre con facilidad y me tira al suelo. Grito de dolor cuando dobla mi muñeca y veo que ríe ante mi sufrimiento.

—No la toques… —gruñe Zac aun buscando aire para sus pulmones.

—Me hundiré en ella como hice aquella vez…

Soy capaz de ver a mi novio y no lo reconozco. Su mirada se vuelve oscura y entonces me doy cuenta de que se acaba de enterar que fue Dawson quien me violó… Ya no hay vuelta atrás.

Se transforma por completo, como si la fuerza de cien hombres poseyera su cuerpo y le diera la capacidad de sacar al monstruo de encima de mí.

Zac contra Dawson.

Dawson contra Zac.

La pelea que nunca tuvieron es ahora y sé bien quien será el perdedor. Mi novio no le permite pasar ni un golpe esta vez y dejo que lo machaque a su gusto porque no quiero que el monstruo viva… Quiero que se vaya al infierno.

Dawson lo intenta, va corriendo hacia Zac, pero es sorprendido cuando mi chico le propina una patada en el estómago haciéndolo caer de rodillas sobre la tierra. Respira de manera agitada porque el golpe le debió quitar el poco aire de sus pulmones, pero a Zac no le interesa. Mano cerrada y un punto fijo: su cara.

La sangre sale a borbotones de la nariz rota de Dawson y sé que no va a durar mucho más despierto. Lo observo desde el suelo mientras que nuevos cortes aparecen en su piel, producto de los arrebatos violentos de Zac.

Otra vez Dawson está en desventaja mientras mi ganador le sujeta el cuello con la misma fuerza que le sujetaron a él hace tan sólo unos minutos.

—¡Te arrepentirás de todo! —sisea—. ¡Hijo de puta!

La rabia se estaba consumiendo al chico dulce que conozco y no quiero que termine tras las rejas por matar a esa rata asquerosa. Así que me arrastro hacia el cuadro de acción que se está desarrollando frente a mí y cuando su puño vuelve a levantarse para pegarle al ya inconsciente Dawson, mi mano sana toca su hombro y su rostro gira a una velocidad sobrehumana. Parece poseído por un demonio, sus facciones están tan endurecidas que parece que se va a partir en dos en cualquier segundo.

—Lo vas a matar —susurro sin fuerzas.

—Eso quiero —dice con la voz enronquecida por la amargura.

Miro de nuevo al monstruo inconsciente y no reconozco su rostro. Es tanta la sangre y las heridas que le causó Zac, que parece un pedazo de carne irreconocible. Justo así me dejó él hace unos meses y la famosa frase de “todo vuelve en esta vida” comienza a repetirse en mi mente.

FIGHTOVE © 《DISPONIBLE EN AMAZON》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora