Capítulo 47

481 70 23
                                    

En cuanto abro los ojos sé lo que está pasando y la desesperación me juega una mala pasada. Apenas soy capaz de ver algo más que la oscuridad que me rodea y mi visión está borrosa como para poder identificar el lugar. Mi boca está demasiado seca y se me hace difícil respirar. Sé que estoy sentada, pero también sé que mis manos y pies están atados a la silla, por lo que moverme es imposible. Tiro con fuerza de las cuerdas que lo único que logran es lastimar mis muñecas y antes de que pueda seguir haciendo todo este esfuerzo inútil, la puerta se abre y me quedo quieta.

Veo una silueta masculina caminar a través de la única luz que hay en el lugar y me desespero cuando lo reconozco. Es él. El maldito monstruo que me arrancó más que la vida, me quitó mis ganas de vivirla y eso es peor que estar muerto.

Su sonrisa asquerosa me hace estremecer y chillo cuando su mano sube por mi muslo, arrastrando mi vestido con el asqueroso toque.

—Me muero por sentirte de nuevo.

Nauseas, todo sube a mi garganta y antes de poder detener las disposiciones de mi cuerpo, expulso todo. Su cara se contrae ante el contacto de lo poco que había en mi estómago. ¡Acabo de vomitar sobre su rostro!

Una avalancha de maldiciones se escapa de su boca mientras se limpia con desesperación. Yo no puedo pensar con claridad y mi cabeza parece querer explotar de un segundo a otro… Me voy a desmayar.

Los murmullos bailan en mi inconciencia y poco a poco comienzo a darme cuenta de que no estoy sola. Escucho voces furiosas ir y venir, mi garganta sigue seca y antes de poder abrir los ojos siquiera, siento un dolor agudo expandirse por mi rostro.

— ¡Despierta!

Un golpe seco estalla en mi rostro y jadeo abriendo los ojos de par en par. Ahora veo con más claridad, pero esto parece una pesadilla y me niego a creer que la persona que está parada frente a mí, con una mirada desquiciada, es nada más y nada menos que Joseph Levinson.

Mi pulso se desespera y las lágrimas se acumulan en mis ojos. Esto no puede ser verdad, el padre de Patrick me atina otra cachetada en el rostro, pero es la impresión lo que duele más. Mi ex suegro siempre estuvo detrás de todo esto.

— ¿Puedo golpearla yo?

Escucho la voz del monstruo e instintivamente se me vuelven a mover las tripas. Quiero vomitar de nuevo, quiero gritar, quiero llorar, pero sobretodo, quiero salir corriendo de aquí y refugiarme en los brazos de Zac.

—Cállate —escupe con furia.

—Señor Levinson. —Encuentro mi propia voz y suena horrible.

—Oh no te preocupes, linda. El imbécil de mi hijo no pudo casarse contigo porque es un sensible sin pelotas, pero ya me cansé de toda esta mierda. Tu padre pagará lo que sea para que deje a su princesita sana y salva.

—No entiendo…

—Permíteme iluminarte —dice con una sonrisa asquerosa—. Cuando Patrick me dijo que terminaste con él, fue el mismo día en que me di cuenta de que mi empresa estaba quebrando. Me enfurecí tanto, que decidí darte tu merecido, por romper no sólo con él, sino con mis negocios. —La respiración comienza a atascarse en mi garganta porque soy incapaz de creer lo que estoy escuchando.
»El imbécil de tu padre no hizo nada al respecto y teníamos planes para su futuro. Tú siempre fuiste un peón en mis planes, nunca quise que este imbécil te matara o violara como lo hizo, pero ahora me doy cuenta de que si te lo merecías. Eres una perra malagradecida y no veo la hora de ver como Dawson te tortura una vez más.

—¿Dawson? —digo con un hilo de voz.

Mi estómago es una piedra y las lágrimas no dejan de correr. Me va a violar otra vez y el padre de Patrick va a estar presente cuando lo haga.

FIGHTOVE © 《DISPONIBLE EN AMAZON》Where stories live. Discover now