Eviterno || Terminada

Capítulo 6

Mi veneno, mi cura... Todo plasmado en tus hermosos labios.

Pov Calle.

3 días antes.

Nos encontrábamos en la mesa comiendo en silencio, algo raro ya que siempre teníamos un tema, al parecer hoy no era el día. Tony me observaba de vez en cuando alzando su cejas en forma de decir...“Hay mucho silencio”. Pero mi madre parecía estar en sus pensamientos mientras comía la cena.

— Se acerca el cumpleaños de tu papá, Dani.— Mencionó mamá después de permanecer callada todo el tiempo.

— Ah...— Solté al aire sin saber que decir.— Que bien, un año más de vida.— Añadí pinchando mi carne con el tenedor.

— Germán dijo que quería verte.— Soltó de golpe, quedé en silencio masticando el trozo de comida.

—¿Se acordó de qué tiene hija?— Arrojé bebiendo del jugo que mamá había preparado.

— Sabes que no es así.

—¿Entonces cómo, mamá?— Pregunté irritandome, solté el tenedor.

— Tú padre y tú tienen una mala relación debido a ti.— Entonces me miró con expresión dura, apreté los labios.

—¿Disculpa? ¿Ya se te olvidó cuándo parecía una estúpida rogándole amor a papi?— Hablé irónica sintiendo enojo.

— Daniela, es tu padre te guste o no, tienes que convivir con él.— Reprochó apretando su mandíbula.

— El que sea el hombre que me engendró no significa que tenga que convivir con él. Germán decidió irse de esta casa.— Escupí con resentimiento, Tony tomó mi mano apretando está para calmarme, pero ya había explotado.

— Dejó una esposa atrás y una hija también. No me vengas a decir que después de 4 malditos años tengo que pasar tiempo con él porque se le dió la regalada gana.— Añadí parandome de la mesa.

—¡Es tú padre!— Gritó mamá parándose de la mesa también.

—¡Un padre que prefería irse de novia en novia en vez de pasar tiempo con su hija!— Respondí en su mismo tono de voz.

—¡Eso no tiene nada que ver! ¡Irás con él te guste o no!

—¡No iré a ningún lado! ¡En todo caso que él me venga a buscar! ¡Él se fue a la mierda! ¡¿Y ahora quiere que lo busque?!— Mamá dió un golpe a la mesa haciéndome saltar en mi lugar.

—¡Vives bajo mi techo sigues mis reglas! ¡Irás a ver a tu papá te guste o no!— Apreté mis puños a mis costados.

— Ya dije que no iré.— Determiné con voz seria yendo a mi habitación.

—¡Daniela! ¡No hemos terminado de hablar!

—¡Pues yo si!— Grité dando pasos agigantados en las escaleras para ir a mi habitación.

Llegué y di un portazo molesta, empecé a moverme a mi habitación dando vueltas, mis uñas se enterraban en las palmas de mis manos. Entonces recuerdos de los momentos que pasaba con Germán llegaron cómo un balde de agua fría.

Recordé el cómo solo dejaba un beso en mi cabeza con la televisión encendida, dejando dinero y dejándome completamente sola a mis 12 años. Recuerdo la vez que me gritó por el simple hecho de que quería saber cómo estaba y el había tenido parranda esa noche en casa.

Entonces lo recordé... Recordé el cómo ese mismo día en esa fiesta, un tipo asqueroso me acorraló e intentó abusar de mi. No podía respirar, podía escuchar los latidos de mi corazón retumbando mis oídos. Me acerqué a mi escritorio sintiendo cómo mi pecho dolía, me aferré a la mesa.