Eviterno || Terminada

Capítulo 31

Porque tus besos en otros labios me cambiaron por completo.

Pov Calle.

Quité mi antifaz con enojo limpiando mis lágrimas, sollocé agarrándome de una pared, me sentía mal muy mal, tanto físicamente cómo mentalmente. Aún la podía ver, aún tenía la imágen de ella, de Poché con esa chica entre sus piernas.

¿Por qué todo terminó así?

¿En qué momento perdí la noción del tiempo y no fui con ella?

¿En qué momento termine casi teniendo sexo con Roy?

—¡Maldita sea!— Grité dando un golpe a la pared con mi palma.

Estiré mi cuello viendo entre la multitud de gente. ¿En dónde mierdas se había metido? Seguí buscando a Tony, pero era una tarea imposible cuando había adolescentes ebrios por todos lados.

Irritada por el dolor de mi cabeza y la música, empecé a caminar buscando a Tony por todos lados, tragué grueso porque sentía la garganta seca.

Caminé por 10 minutos buscando entre la gente, pero no encontraba a Tony. Sabía que no estaría en su casa, no quería llamar a su mamá porque se había ido hace horas.

Me dirigí a la parte trasera de la barra, en dónde había un tipo de baño, pero solo había un lavado para lavarte las manos y ver tu maquillaje.

Entonces lo ví...

¿Cómo es que nunca vemos más allá de nuestros ojos?

¿Por qué damos por hecho que lo sabemos todos?

¿Por qué nunca investigamos más?

¿Por qué confiamos ciegamente en las personas que dicen estar bien?

En mi estómago se hizo un nudo, mientras veía cómo mi mejor, el chico que creció conmigo y siempre he protegido y él a mi, inhalaba cuatro líneas de cocaína de un solo golpe.

—¡Tony!— Grité al ver cómo iba por la quinta línea, él al verme solo sonrió.

— Eeey, hermanita, si eres tú.— Respondió limpiando su nariz con sus dedos, negué con mi cabeza.

¿Cómo es que había llegado a esta situación?

—¿Desde cuándo consumes?— Le pregunté seria, Tony se echó a reír mientras resoplaba.

—¿Qué te importa? No me pasa nada.— Habló encogiéndose de hombros trastabillando con sus pies.

—¡¿Tony, qué mierda?! ¡Claro que me importa!— Le grité evitando que no cayera al suelo.

—¡Agh! ¡Que aburrida eres!— Habló con fastidio, yendo por la droga otra vez.— Tan aburrida,— Bufó inhalando más del polvo blanco.— Por eso hice que te elevaras conmigo.— Añadió con una sonrisa soñadora en el rostro, sus ojos rojos y limpiando su nariz cada 5 segundos.

—¡¿Me drogaste?!— Lo tomé del hombro encarandolo, Tony rió.

—¡Sorpresa!— Alzó sus manos riendo.— El querido Roy también se divirtió.— Añadió sonriente, pasé una mano por mi cara. Tony era un idiota.

—¡Maldito idiota! ¡Por tu culpa siento la cabeza partida en dos y no llegué a mi cita con Poché!— Reclamé pinchando su pecho con mi dedo índice, Tony rodó los ojos quitando mi mano con la suya.

— Poché, Poché, Poché.— Repitió con fastidio torciendo el gesto.— Ya me tienes harto con esa mierda.— Agregó yendo por la sexta línea de cocaína, rápidamente lo impedí tirandola al suelo.