Capítulo 23

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Por más que busques en otros jardines no encontrarás la misma flor.

Pov Narrador Omnisciente.

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Un pequeño pelinegro corría con su globo de color azul mientras hacía ruidos con su boca, el viento pegaba en su cara y se sentía cómo si huía de una película de acción en dónde habían autos, mafiosos y balas. El pequeño era el que huía de las balas y su escudo era su globo color azul.

—¡Push! ¡Tuntuntun! ¡Corre, Tony!— Decía el pequeño niño saltando por la acera de aquél parque, sin soltar al globo de su pequeña mano.

Corrió hacia los arbustos de aquél parque y tomó una rama seca, para el pequeño Tony era su arma de fuego. El pequeño asintió con su cabeza tomando valor saliendo de su escondite.

—¡Pum, pum, pum!— Decía el pequeño apuntando con su arma derribando a dos de sus enemigos.

—¡Globi, cuidado!

Gritó de pronto quitando a su globo de color azul evitando que cayeran balas a su amigo fiel, pero fue tarde el globo era explotado por una de las rocas que lanzaban los niños que siempre molestaban al pequeño Tony Betancourt.

—¡Ja! Pobrecito, perdió a su tonto globo.— Llegaba otro niño castaño levantando al pequeño pelinegro quién lloraba por su globo.

—¡Deja de llorar! ¡Pareces una niña!— Gritaba el castaño pequeño con sus otros dos amiguitos que solo se reían de Tony.

—¡No estoy llorando!— Gritaba el pequeño Tony sacando el pecho limpiando sus lágrimas.

Alejandro, el niño que molestaba a Tony, le ganaba en estatura y fuerza al pequeño pelinegro, entonces lo empujó bruscamente haciendo que el pequeño Tony cayera abruptamente al suelo, el pequeño pelinegro se quejó al sentir cómo rocas pequeñas se introducian a sus pequeñas manos sacando sangre de sus palmas.

—¡Ey! ¡Déjenlo!— Se escuchó una vocecita.

Los pequeños hombrecitos miraron cómo una pequeña castaña llegaba con sus pequeñas manos apretadas en forma de puños y su ceño fruncido.

—¿Y tú qué quién eres?— Preguntaba Alejandro burlón a la pequeña castaña.

— Soy Daniela. Deja a ese niño.— Respondió la pequeña castaña con enojo.

—¿Y qué me vas a hacer? Eres una niña debilucha, cómo todas.— Mencionó el pequeño Alejandro riendo con los otros dos amiguitos.

— Debilucha tu abuela.— La pequeña Daniela empujaba a un Alejandro de un golpe en su nariz.

—¡Váyanse!— Agregó la pequeña castaña con enojo.

Los 3 pequeños se fueron asustadizos ante la castaña, el pequeño Tony alzó su vista viendo a una pequeña castaña dándole su mano, la tomó parándose del suelo.

—¿Cómo te llamas?— Preguntó una pequeña Daniela sonriente a el pelinegro.

— Soy Tony.— El pequeño Tony le daba su pequeña mano lastimada sonriendo.—¿Quieres ser mi amiga?— Agregaba el pelinegro, Daniela frunció los labios.

El pequeño Tony miraba a la castaña con una sonrisa, lo había salvado de los mafiosos, así que tenía que ser su amiga por siempre, para el pequeño están claro.

— Bueno, pero debes darme gomitas.— Aceptó la pequeña castaña queriendo sus gomitas.

— Vamos.— Tony se llevaba a Daniela corriendo lo más rápido posible para empezar a jugar con su nueva amiga.

Eviterno || TerminadaWhere stories live. Discover now