Capítulo 33

6.8K 521 376
                                    

La inmensidad de nuestro amor nos ahogó en un mar lleno de dolor.

Pov Calle.

Perder a tu mejor amigo, se sentía cómo si estuviera en algún tipo de tortura diaria, en dónde lentamente una parte de mi iba muriendo, para al final terminar perdiendo todo.

Tony no merecía morir, él necesitaba vivir, salir del problema de sus drogas y seguir siendo mi mejor amigo soñado.

Pero la vida no es así, la vida es injusta, hace lo que le plazca a su conveniencia, sin importar cómo quedas cómo tú... En un mundo vacío y sin sentido. Así era la vida, llena de dolores, más que alegrías daba miedos, agonías, frustración y melancolía.

Me aferré a Poché sin poder dejar de llorar, apretaba su camiseta con fuerza con el miedo de que ella se fuera. No quería perderla a ella también.

Lentamente mis sollozos pararon, su aroma, su presencia, su calor lograba calmar el desastre que estaba ocurriendo dentro de mí. Y por un momento sentí que todo iba a ir bien, lo sentí así porque sus brazos me rodeaban sin dejarme caer.

—¿Por qué la vida se lleva a las buenas personas?— Pregunté con voz ronca por el llanto, sentí la barbilla de Poché apoyarse en mi cabeza, más una caricia a mi espalda.

— Son enigmas sin resolver, Dani.— Murmuró sin dejar de acariciar mi espalda.

—¿Creés que Tony merecía morir?— Pregunté otra vez, viendo la lápida de mi mejor amigo.

— Nadie merece morir, Dani. Pero las acciones que hacemos en vida o, la misma vida, nos lleva a ella.— Respondió acariciando mi cabello, cerré los ojos unos momentos disfrutando de su tacto.

Tal vez tenía razón, algunas cosas nos lleva a la muerte, aunque eso no le quita el hecho de que sea algo injusto. La vida me quitó a mi mejor amigo en la peor circunstancia, me lo quitó cuando nos habíamos dicho tantas cosas dolorosas.

Y por más que le implore un perdón a él, no iba a tener una respuesta en la vida real.

—¿Quieres irte?— Escuché a Poché susurrar en mi oído, asentí lentamente.

Ambas nos paramos del suelo, Poché sin dejar de abrazarme aún y, eso lo agradecía cómo nunca antes. Llené de aire mis pulmones viendo una última vez la tumba de mi mejor amigo, sabía que dónde quiera que esté, él estaría bien ahora.

Nos dirigimos hacia la salida, pero mi ceño se frunció al ver una chica caminar hasta dónde estaba la tumba de Tony. Detuve mis pasos girando en mi propio eje para verla, se puso de cuclillas y empezó a llorar.

—¿La conoces?— Preguntó Poché algo confundida.

— No, no la conozco. Espera un momento, ¿Si?— Pedí a Poché, ella asintió mientras yo iba a dónde estaba la chica.

— Hola.— Dije a sus espaldas, la chica giró y me vió, rápidamente secó sus lágrimas.

— Hola, lo siento.— Se disculpó aún limpiando sus lágrimas, negué con la cabeza.

— Disculpa, ¿Quién eres?— Pregunté con el ceño fruncido, la chica me vió y al parecer dudó.

— Soy Gema.— Mi boca se entrabrió al ver a la chica de la que tanto me hablaba mi mejor amigo.— Soy la novia de Tony... O lo era.— Añadió viendo unos momentos al suelo.

— Soy Daniela, su mejor amiga.— Respondí curvando mis labios en una pequeña sonrisa.

— Yo de verdad lo siento.— Dijo rompiendo en llanto de nuevo, tapando su rostro con sus manos.

Eviterno || TerminadaWhere stories live. Discover now