Capítulo 34

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Dos libros con páginas rotas intentando leerse en cada lágrima derramada.

Pov Poché.

Horas antes.

Miré la pequeña llovizna caer afuera desde la ventana, mi mano jugaba con mi bolígrafo mientras pensaba en Dani. Llené de aire mis pulmones con un nudo en la cabeza.

Hace dos días no la veía, sin embargo moría por verla y saber cómo se encontraba. Sabía que la muerte de Tony había sido más que un golpe para ella, una parte de ella había sido arrancada y entendía cuánto dolía eso.

Cuando me enteré que Tony había muerto, me invadió una tristeza enorme, no lo conocía tanto pero, el poco tiempo que hablé con él me di cuenta que era un gran chico, no merecía morir.

Sabía que Dani estaría destrozada, por esa razón espere a que finalizará todo para ir a verla, no podía presentarme así de la nada, sería imprudente, por eso espere y le di un hombro en dónde llorar a Dani. Quería seguir haciéndolo, pero una parte de mi orgullo herido me lo impedía.

¿Por qué? Porque la imagen de ella con Roy invadía mi mente aún

—¡Una vieja se echó un peo!— Fruncí mi ceño al ver a mi hermana Valentina entrando por la puerta.—¡De la fuerza tumbó un coco! ¡Que vieja tan hijueputa pa' tener fuerza en el jopo!— Solté una carcajada sin entender de donde mi hermana sacaba tantas ocurrencias.

—¿Qué putas, Vale?— Le dije parando de reír, mi hermana rió.

—¡He llegado el amor de tu vida!— Exclamó sentandose en mi escritorio de un salto.

— El amor de mi vida anda rondando por ahí.— Respondí con diversión, Vale rodó los ojos.

— Yo sé quién es.— Mencionó alzando sus cejas pícaramente, negué con mi cabeza.

—¿Qué te trae por aquí, pulga?— Pregunté curiosa de su presencia en la universidad.

— Te tengo una sorpresa.— Aplaudió alegremente, fruncí mi ceño.

— Espero que no sea una de tu-

—¡Sorpresa!

Toda palabra se atoró en mi garganta al ver a dos personas más entrar a mi oficina, jadeé en sorpresa viendo a mi hermana, la cual tenía una sonrisa en su rostro. De mi garganta salió un chillido de emoción, corrí hasta donde estaban Laura y Lucía Villa.

—¡Laura! ¡Lucía! ¿Cuándo llegaron? ¿Qué hacen aquí?— Pregunté atrapandolas en un abrazo, las chicas rieron.

— Llegamos ayer, pero fue en la madrugada así que esperamos hasta hoy.— Explicó Lucía viéndome con una sonrisa.

Laura y Lucía Villa son mellizas, mis mellizas favoritas, o cómo las conocen su mayoría de seguidores en redes sociales “Las Villa”. Laura y Lucía estudiaron conmigo, cuando vivía en Colombia con mis padres, pero en ése tiempo tuvimos que mudarnos a Miami. Perdimos todo contacto, pero con los años nos encontramos de nuevo.

Laura y Lucía se dedicaban a la música, tenían mucho potencial y sus primeras canciones lo demostraban, era por eso que Warner Music apostaba mucho por ellas en esta temporada.

Algunas veces nos reuníamos en fechas importantes, era así que no perdíamos el contacto. Ahora después de 2 años nos volvíamos a ver y era increíble.

— Ya te imaginarás cómo me puse al ver que tocaron la puerta del departamento.— Decía Vale a nuestras espaldas.

— Que emoción que estén aquí, hace tanto no las veía.— Las volví abrazar en abrazo apretado, las chicas rieron.

Eviterno || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora