Eviterno || Terminada

Capítulo 46

Caminábamos tambaleantes en un hilo que se disolvía con el roce del aire.

Pov Narrador Omnisciente.

Una melliza, una hermana y un amigo estaban sentados en la mesa del hogar de una morena, todos estaban nerviosos y ansiosos a la espera de una persona.

— Laura ya se tardó.— Comentó Valentina suspirando.

— Tranquila, no creo que haya pasado algo.— La calmaba Wiliam viendo a su hijo jugar en la alfombra de la sala.

— Laura es astuta, sé que no le pasó nada.— Acotaba Lucía tratando de que sus nervios se fueran.

De pronto la puerta se abrió, escucharon pisadas acercarse y una pelinegra se asomó en el comedor. Todos los presentes se pusieron de pie al verla.

—¿Y bien?— Preguntó Valentina ansiosa, Laura sonrió lentamente.

— Aquí está.— Laura alzaba un pequeño USB color rojo en su mano.

—¡Maldita genia!— La menor de los Garzón se abalanzaba sobre la pelinegra enredando sus piernas en la cintura de la chica.

—¡Me vas a romper la columna, marica!— Se quejaba la pelinegra haciendo una mueca, Valentina ignoró a la pelinegra y empezó a dejar besos en su rostro.

— Te daré una fototeta por salvar a mi hermana.— Valentina tomaba el USB para salir corriendo a la habitación y buscar su laptop.

— Puta que ofertón.— Respondió Laura soltando una carcajada.

— Ush.— Dijo Lucía burlona.

—¿Cómo lo conseguiste?— Preguntó Wiliam viendo a Laura, ella guiñó uno de sus ojos.

— Mis encantos son un don.— La pelinegra hacía un gesto divo.— Tuve que sobornar a un chico para que me diera acceso a las cámaras e información, fue difícil pero lo logré.— Explicó Laura sonriente.

—¿Eso no es ilegal?— Preguntaba Lucía a su hermana, Laura se encogió de hombros.

— Lo importante es que ahí está la prueba de que Ross es un corrupto y la familia Calle una mentirosa.— Lucía aplaudía feliz y Wiliam sonreía.

Su felicidad fue interrumpida por un teléfono sonando por toda la casa, Laura rápidamente corrió hacia el teléfono de la sala para contestar.

—¿Pollos en el nido?— Habló la chica en clave.

— Lau, deja de decirnos pollos, somos Calle y yo.— Respondía una morena al otro lado del teléfono.

— Aburrida.— Se quejó Laura resoplando.—¿Cómo están? ¿No están heridas? ¿No ha llegado la loca de Emilia ahí?— Laura soltaba una horda de preguntas.

— Estamos bien. Solo nos quedaremos un día aquí, luego nos iremos con Calle.— Explicó la morena en un suspiro.

—¿Estás en el teléfono público?— Preguntó Laura viendo a los chicos, Valentina tenía la computadora en la mesa viendo la pantalla.

— Claro. Así no rastrean las llamadas.— Respondió María José con obviedad.

— Bien, yo sugiero que no se muevan de dónde están. Acabo de conseguir una prueba que las librará de toda culpa.— Un silencio invadió la línea.

—¿Qué? ¿Cómo así?— Habló Poché atónita, Laura rió.

— Tú no te preocupes, Vale se está comunicando con Liam para arreglar ése asunto.— La pelinegra estaba emocionada y María José ni se diga.