Eviterno || Terminada

Capítulo 17

Ven, déjame mostrarte lo oscuro del mundo pero siendo tú mi luz.

Pov Narrador Omnisciente.

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—¡Escondete!— Susurró lo suficientemente alto Daniela a María José tirándola de la cama, la morena cayó al suelo abruptamente.

—¡Dani, carajo!— Se quejó María José desde el suelo.

La madre de Daniela al otro lado de la puerta fruncía su ceño al escuchar susurros, abrió la puerta y una María José en el suelo rodaba totalmente desnuda para esconderse debajo de la cama. María Fernanda alzó una ceja al ver a su hija en su cama desnuda.

— Mamá, ¿Por qué entras así?— Se quejaba Daniela, Mafe observó la habitación de manera sospechosa, Daniela apretó la sábana contra su pecho tragando grueso.

«¡Maldita sea!» Exclamó María José en su mente al ver su ropa muy cerca del pie de la cama de Daniela.

— Escuché voces. ¿Tienes a alguien aquí, Daniela?— Preguntó la mayor con tono de voz serio a su hija.

María José se arrastraba bajo la cama para llegar hasta su ropa, agradecía que la cama de Daniela fuera tan espaciosa así podía moverse con libertad debajo de ella. Respiró hondo recuperando aire mientras tomaba su ropa poniéndola en su pecho.

«Dios, soy yo de nuevo. Si me sacas de ésta te juro que no seré tan calenturienta, amén» Rezaba María José bajo la cama.

—¿A quién tendría aquí, mamá?— Contestó Daniela alzando una ceja aparentando seguridad en sus palabras.

— Es lo mismo que me pregunto yo.— Respondía su madre, caminó alrededor de la habitación sospechosa, viendo todo a su paso.

— Te he dicho que no tires la ropa al suelo, Daniela.

—¡Perdón!— Exclamaba sacando un pequeño susto en Mafe al ver cómo se agachaba para tomar las prendas en el suelo.

— Yo la recojo, mamá.— Daniela sonrió nerviosa viendo a su madre, la mayor asintió lentamente extrañada.

— Se te hará tarde, haré el desayuno.

Mafe salía de la habitación con sospechas dentro de su cabeza, decidió ignorarlo e ir a la cocina para preparar el desayuno para hacer la rutina de todos los días. Mientras Mafe bajaba las escaleras, Daniela caía en su cama suspirando aliviada al no ser encontrada con su psicóloga en la cama.

— Recuérdame no verte desnuda en tu casa, Dani.— María José salía debajo de la cama resoplando uno de sus mechones de pelo quitando una telaraña de su cabeza.

— Ay Dios, que graciosa te ves.— Daniela llevaba una mano a su boca evitando soltar una carcajada, María José enchinó sus ojos.

— No es gracioso, casi muero ahí abajo. Por cierto deberías limpiar tantito.— María José salía por completo y la mirada de Daniela se perdió en las curvas de la morena con descaro.

— Si, limpiar.— Fue lo único que dijo Daniela embobada con el cuerpo de la morena, una sonrisa pícara se dibujó en el rostro de María José.

— Me encantaría quedarme.— Murmuró gateando sobre la cama de Daniela, la castaña mordió su labio inferior.— Pero tengo que irme, aunque tú y yo tenemos una cita.— Agregó dejando un beso en los labios de Daniela, se separó rápidamente para ponerse su ropa interior.

—¿Una cita?— Indagó Daniela reaccionando de su embobamiento.

— Así es, gomita. Mañana pasaré por ti.— Una María José ya vestida se acercaba a la castaña para tomar su rostro con una sonrisa.