Capítulo 21

6.7K 535 391
                                    

Porque el esperarte solo lastima mi corazón en silencio.

Pov Calle.

¿Por qué siempre esperamos acciones de otros?

¿Por qué siempre confiamos ciegamente en personas?

¿Por qué metemos las manos al fuego por ellas cuándo no son lo que piensas?

¿Por qué sientes que todo se desmorona ante tus ojos cuándo descubres la realidad?

Involuntariamente siempre esperamos acciones de personas que tú corazón ahnela con todas sus fuerzas, el problema es que siempre chocas con un muro al ver que la persona no hace nada de lo que anhelas.

Te das cuenta que toda la magia que ves en ella se pierde, se destruye, se rompe cómo un papel por la mitad trayendo consigo la desilución, fácilmente tu mente la imagina de otra forma que es totalmente atípico a la realidad.

Toda mi vida he esperando acciones de otros, por muy mínimas que sean las esperaba, las esperaba porque sabía que una parte de mi corazón se arreglaría. Pero no, siempre me llevo la misma decepción al descubrir que solo espero, espero y espero mientras doy todo de mi.

¿Por qué esperaba que Poché fuera diferente al resto?

Fui tan ingenua al creer que ella era diferente, que ella no era una más del montón, que ella era una de esas personas valiosas que encuentras de la nada... Cómo siempre, me equivoqué.

—¿Esposa?— Pregunté en un susurro roto, con esperanza de que fuera una mentira.

Deseaba la verdad, pero al mismo tiempo deseaba que fuera una mentira, una vil mentira que tenía que ver con la mujer que empezaba a adorar con todo mi ser. Un espejismo en dónde solo me iba a reír por una broma.

— Si, María José y yo estamos casadas.— Respondió Emilia haciendo que una punzada llegará a mi pecho.

— Dani...— Me alejé de Poché sintiendo cómo la imágen que tenía de ella se caía a pedazos. Sentí mi boca seca dejándome un sabor amargo en el paladar.

— Por favor tú no.— Susurré buscando sus ojos con la voz a punto de llanto, Poché bajó la mirada.

—¿No les parece que el mundo es un pañuelo?— Escuché la voz de la pelirroja, fruncí mi ceño.

—¿Por qué lo dices?— Pregunté en estado de sorpresa aún.

— Porque no lo sé, no pensé que conocieras a mi esposa... Por lo que pude ver la conoces muy bien.— Contestó suspirando, pasé una mano por mi frente.

— Siento decírtelo yo, pero pensaba que ya te había dicho que estaba casada, Daniela.— Agregó Emilia con las manos en sus bolsillos y semblante culpable.

—¿Desde cuándo están casadas?— Logré articular tragando el nudo de mi garganta.

— Vamos a cumplir 4 años.— Respondió con una sonrisa mirando a Poché, la cual solo permanecía en silencio.

—¿Sabés? Ella se enteró ayer que yo era una Calle.— Añadió terminando de destruir todo lo que se podía rescatar con Poché.

—¿Lo sabías?— Le pregunté a mi psicóloga sin poder creerlo, ella apretó los labios.

— Dile, María José, dile que sabías que andabas con las dos hermanas.

—¡Emilia, cállate!— Gritó Poché hacia la pelirroja, ella alzó sus manos inocente.

— Déjala hablar.— Pedí con tono de voz duro hacia Poché, ella apretó los labios.— Habla.— Pedí a la pelirroja.

— Pues que te digo, hermanita.— Emilia se encogió de hombros.— María José se dió cuenta de que yo era una Calle ayer. Y eso que hace cierto tiempo llegué a la ciudad.— Añadió haciendo que mi corazón se rompiera.

Eviterno || TerminadaWhere stories live. Discover now