Capitulo 14

8.8K 583 208
                                    

Tantas almas en el mundo, para terminar sufriendo por una sola.

Pov Calle.

Miré a la mujer frente a mi y ciertas dudas empezaron aparecer, ella me veía con un interrogante en la frente, apartamos la vista la una de la otra para observar a Poché levantarse de la manta.

— Audrey, ¿Qué hacés aquí?— Preguntó yendo dónde la pelinegra de rizos, la chica la abrazó muy cariñosa para mí gusto.

— Señorita Garzón, lo siento. La señorita Navarro no me dió tiempo de explicarle que estaba ocupada.— Sin darnos cuenta Valeria aparecía con semblante asustado en escena.

— No te preocupes, Valeria. Yo me encargo.— Respondió Poché acercándose a mi para tenderme su mano, la tomé parandome de mi lugar.

— Audrey, te presento a Daniela.— Poché posó una mano en mi espalda baja, la chica no perdió ese gesto de vista.

— Un gusto, Audrey Navarro a tu disposición.— Me tendió su mano con una sonrisa, la tomé cortés.

— Igualmente.

— Audrey es mi mejor amiga, Dani.— Explicó Poché sonriendome, asentí con mi cabeza, mientras ella dejaba un beso en mi mejilla.

No entiendo porque la mujer frente a mi no me inspiraba confianza, además de que me veía de una forma no muy agradable. Podía apreciar su mandíbula tensa y su cuerpo tenso también.

— Veo que he interrumpido el momento.— Comentó Audrey guardando sus manos en sus bolsillos.

— Así es, querida.— Respondió Poché sin soltarme, Audrey asintió.

— Luego hablamos, Garzón.— Apuntó a Poché con su dedo índice, Poché asintió lentamente.

— Un gusto, Daniela.— Agregó viéndome de una forma que no supe descifrar, sin más dió media vuelta y se fue.

— Siento que le caí mal.— Hablé sin pensarlo, escuché una risita a mi lado.

— Audrey es así, gomita. Además, si fuera el caso no me importaría.— Poché se encogió de hombros para luego rodear mi cintura con sus brazos.

— Bueno, tu la conoces más.— Respondí acariciando su espalda, Poché suspiro.

— Tengo una duda.— Mencionó Poché dirigiendo sus manos a lugares peligrosos.

—¿Si?— Respondí con voz temblorosa.

—¿Puedo besarte?— Susurró acercando su rostro al mío a escasos centímetros, dejé de respirar.

— No por ahora.— Contesté tragando grueso, sus ojos se clavaron con los míos y de cerca eran más hermosos.

—¿Estoy en abstinencia?— Indagó Poché mientras sus manos iban y venían de mi espalda baja a mi trasero.

Entonces recordé cómo la mujer me dió un orgasmo solo masajeando mi trasero. Sus manos habían hecho maravillas, tanto que tuve un orgasmo de esa forma, sin siquiera se tocada cómo tal.

No había pasado tanto de ése estupendo momento, no podía negar que la deseaba demasiado, un solo toque que ella hacía en mi piel era suficiente para perder la cordura, tragué grueso.

— Quedamos en ir despacio.— Hablé con voz cortada, Poché mordió su labio inferior para subir sus manos a mi cintura y dejarlas quietas.

— Rezale a Dios para que no te deje sin caminar una vez vuelva a estar dentro de ti.— Relamí mis labios mientras sentía sus labios en mi mejilla, se separó de mí para sonreír.

Eviterno || TerminadaWhere stories live. Discover now