Capítulo IV ━ Lidiar con la verdad

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"What makes you sure you're all I need? Forget about it"

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"What makes you sure you're all I need? Forget about it"





Jessica no conocía mucho a Dale, pero eso no significó que no lloraría en su funeral. Era un miembro del grupo, al igual que Sophia antes de ella, y todos lo amaban. Luego del funeral, Rick comprendió que la protección del grupo era primero que cualquier otra cosa.

Hershel ofreció que se quedaran dentro de la casa; hasta él había comprendido que no era seguro que se quedaran acampando afuera, como si el peligro no acechara fuera de la granja. Rick mandó que todos llevaran sus cosas a la casa. A diferencia de los demás, Jess se fue a donde Randall se encontraba encerrado.

En el tejado, junto a unas tablas de madera, Daryl ponía los tablones en el hueco para que el prisionero no se escapara. Jess no tenía idea de lo que harían con él, pero eso le dio una pista.

—¿Necesitas algo de ayuda allí arriba? —preguntó tapando los rayos que impactaron en su cara con la mano.

—¿Te parece que necesito ayuda? —contestó, luego la miró—. ¿No deberías estar en la casa de Hershel?

—Creí que necesitabas una mano. Ayudaré a las chicas a llevar lo que queda del campamento, ¿necesitas que lleve tus cosas?

Inesperadamente, Daryl bajó de un salto del tejado. Jess se sobresaltó del susto y lo miró sorprendida.

—¿Siempre piensas que las personas necesitan algo? —Se acercó algo enojado. De todas formas, era difícil deducir si lo estaba o no; siempre tenía la misma cara—. No somos amigos para pedir cosas de ti, ¿comprendes? ¡Ve adonde las otras mujeres! Seguro ellas necesitan tu ayuda más que yo.

La sonrisa que la chica tenía antes de hablarle se había desvanecido permanentemente. No podía entender por qué era tan grosero con ella; no le había hecho nada excepto ofrecerle su ayuda miles de veces. Creía que, de esa forma, él cambiaría su actitud. Sin embargo, ni años en estudios de psicología servirían para deducir el comportamiento de Daryl Dixon.

Jessica no sabría decir en qué momento comenzó a lagrimear, y tampoco sabría decir por qué Daryl aún estaba parado enfrente de ella; quizá esperaba una respuesta de su parte.

—No te molestaré más, no te preocupes. Creí que podríamos tener una relación de compañerismo, pero supongo que te estoy pidiendo mucho. —Echó un suspiro, tomó su tristeza y se largó de allí.

No corrió, caminó paso a paso hasta la casa. Se sentía peor que cuando su hermano la hacía a un lado en todo; ahora tenía a Daryl haciendo prácticamente lo mismo.

Pero, ¿por qué quería caerle bien a Daryl? No eran amigos, tal como él lo dijo; no necesitaba su atención, tenía la de todos en la granja. Y muy importante para descartar: no sentía ni una pizca de cariño por él. Tenía a Kenny, y fuera del hecho de que no sabía dónde se encontraba, ella lo quería mucho como para serle infiel; además, pensó que Daryl sería el último hombre sobre la tierra con el que pensaría siquiera tener algo.

BLOODY DANGER¹ | Daryl DixonWhere stories live. Discover now