Capítulo XIX ━ Marion

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"Precious and fragile things need special handling"

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"Precious and fragile things need special handling"



—Eres inteligente —halagó la pequeña. Ella sonrió ante el comentario.

—Gracias. Es algo que sé desde que fui al campamento de verano —dijo animada—. ¿Alguna vez fuiste a uno?

Marion negó. No quería hablar mientras él se encontraba cerca de ella, pensaba que, si hablaba aunque sea un poco, la encerraría en un lugar oscuro. No sabía si era ese tipo de hombre, y reconocía que era amigo de Jessie, pero... daba miedo.

Siempre estaba serio y no hablaba. A veces, Marion pensaba que era solo Beth la que se atrevía a retarlo.

Estaba cansada de comer animales inusuales. Un venado era un pecado, pero una víbora cascabel era un sacrilegio. Pensó qué significa esa palabra; no reconocía de donde lo había aprendido, pero sabía que era peor que pecado. Sin embargo, al estar hambrienta, cerraba los ojos y lo comía, imaginando que era carne de vaca.

Beth interrumpió el silencio diciendo que quería un trago de alcohol. Marion no dijo nada, pero sabía que eso estaba mal, así como también sabía que el padre de Beth había muerto por culpa de hombres malos. Los mismos hombres que destruyeron la prisión.

Daryl no le hacía caso, a lo que Beth decidió irse por su cuenta. Marion no se movió, solo agarró la botella y tomó un sorbo del agua un poco turbia. El inusual movimiento de Daryl hizo que se sobresaltara.

—No te muevas —le dijo a la niña antes de irse.

No le gustaba estar sola pero, si era sincera, tampoco le gustaba comer en silencio. Siempre cuando almorzaba o cenaba con sus padres, ponían la tele para ver las noticias, y recién ahí comenzaban a hablar sobre las noticias del día.

Le gustaba el sonido de las voces charlando, diría que era una de las cosas que más le gustaba en el mundo.

Sin embargo, no le gustaba cuando esa charla se convertía en una discusión. Como la que ahora mismo estaban teniendo Daryl y Beth; al parecer, la chica quería irse.

Si Beth se iba, ella prefería irse con ella que estar todos los días lidiando con la mala cara de Daryl. El problema era que Daryl era el que conocía más a Jess, y Marion quería encontrar a Jess a toda costa, deba soportar a Daryl o no.

Cuando Jessie se había ido del pabellón con el arma en mano, solo bastaron tres segundos para que Marion decidiera hacer lo mismo. Mica le decía que no debía salir, tal y como su amiga les había dicho.

—¡Ustedes también deberían hacer lo mismo! —fue lo último que les dijo a las hermanas y a los niños que estaban resguardados allí.

A diferencia de Jess, Marion había salido por la puerta principal. Por suerte, de ese lado no había nadie, pero se sobresaltó cuando un caminante cayó muerto a su lado para, segundos después, que Daryl le preguntara qué hacía allí.

BLOODY DANGER¹ | Daryl DixonWhere stories live. Discover now