Capítulo VIII ━ Madre

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"Oh, but maybe someday I will breath and I'll finally see, I'll see it all in my baby"

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"Oh, but maybe someday I will breath and I'll finally see, I'll see it all in my baby"



La primera vez que vieron a Rick después del incidente, sólo se preocupó en las áreas que había que limpiar y proteger para luego volver a ese túnel oscuro y repleto de caminantes muertos.

—Ni siquiera preguntó por la bebé —acotó Jessica en medio del silencio una vez que el alguacil se retiró.

Maggie y Glenn habían salido en búsqueda de más comida para la pequeña, y desde ayer que Jessica cargaba en sus brazos a la hija de Rick. Cuando terminó de alimentarla, la llevó a la celda para lavarle la cara.

—¿Necesitas ayuda? —Beth entró a donde estaba.

—Sí. ¿Puedes cargarla un rato?

Entre las dos, limpiaron la cara de Destructora sin dejar una sola mancha. Beth rio por un momento.

—Suerte que no se quejó —pronunció Beth.

—Me recuerda al bebé de una amiga; Thomas era su nombre —contaba—. Era tranquilo, pero cuando lloraba, no había poder humano que lo detuviera. —Lavó sus manos antes de proseguir—. Tenía una madre que veía a Oprah todos los días, eso explicó muchas cosas.

Beth sonrió, aunque no conocía a Oprah.

Ambas se sentaron en la cama. Beth aún tenía a Destructora en sus brazos y Jess acomodaba los almohadones para que ella se sintiera cómoda. Al final, sus miradas recayeron de nuevo en la bebé, quien ahora intentaba dormir.

—Es difícil crecer sin una mamá —declaró Beth sin mirar a su compañera—. Mi madre murió cuando yo era pequeña, y mi padre se hizo cargo de Maggie y de mí desde ese entonces. Su nombre era Josephine.

—Es un hermoso nombre —comentó Jess para confortarla.

—Agradezco a Dios que no viviera todo lo que hemos vivido nosotros.

El silencio y la anécdota le recordó a Jess una vivencia cotidiana antes del apocalipsis. Decidió contarlo en este momento tan íntimo y privado para ellas.

—Cuando era pequeña... —contaba—, había un grupo de compañeros que se juntaban a hablar de sus madres; cómo eran antes de fallecer o cómo les hubiera gustado conocerla. Y al mirarme siempre me decían: "Tú tienes suerte de tener una mamá". —A este punto, Jess tuvo que tomar valor para continuar—. Lo triste era que yo sí tenía a mi madre, pero... ella no me quería.

Beth creyó que estaba llorando, a lo que se obligó a verla. Raramente, Jess estaba bien; sus ojos no estaban brillando por las lágrimas o tornándose rojos por la cercanía de la misma. Simplemente era como si estuviera relatando una historia ajena a ella.

—Siempre veía cómo prefería a Shane antes que a mí, pero parecía que era la única que lo notaba. —Se acomodó en su lugar—. Y un día estaba con mi papá, y le pregunté: "¿Por qué mamá no me ama?". Él siempre la excusaba diciendo que estaba cansada o había tenido un largo día en el trabajo. Como era pequeña y sincera, pensé una cosa que me lastima decirlo al día de hoy, pero que no me retracto ni un momento de pensar.

BLOODY DANGER¹ | Daryl DixonWhere stories live. Discover now