Capítulo XVIII ━ Jessica

341 26 0
                                    

"I had a dream, I got everything I wanted"

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

"I had a dream, I got everything I wanted"



Miraba fijo su cuchillo. No lo había lavado desde el incidente. Estaba en un lago, limpiándose de la cara toda la sangre que tenía. Vio su reflejo en el agua y notó su cabello desordenado, lo que le recordó al incidente con Sybil.

Muchas cosas venían a su mente cada vez que recordaba eso, y en su mayoría eran sobre los constantes maltratos de su hermano. Prometió no llorar más. Prometió no pensar más en él.

Al lado de ella había una piedra, y el cuchillo estaba raspando contra esta. No quería recordar más eso cada vez que se mirara en un reflejo. Quería abandonar esos pensamientos, de lo contrario no podría vivir tranquila.

E hizo algo que no pensó en sus cabales.

—Wow —dijo Tyreese cuando ella volvió del lago—. Te cortaste el cabello.

—¿Se ve mal? —preguntó. Nunca se lo había cortado, y menos sola. Ahora en lugar de mechones castaños cayendo por sus hombros, estos colgaban encima de ellos.

—Te ves linda —opinó Mica con una sonrisa. Ella agradeció.

Jessica se había puesto como meta en ese momento no volver a perder la cabeza como lo había hecho el día anterior con aquel caminante. Por el bien de las niñas y por el suyo, si era sincera consigo misma.

Comenzaron el trayecto a algún lugar habitable y las niñas ya comenzaban a preguntarse si los demás continuaban vivos; por el bien de todos decidieron no responder a esa pregunta. Continuaron caminando hasta que la noche llegó, Tyreese decidió acampar por ahí y seguirían al día siguiente.

Pero el destino se interpuso. Una bebé en el bosque no los ayudaría a descansar un rato, ni siquiera en los brazos de alguien conocido. Cuando Judith comenzó a llorar, ni siquiera Jess pudo callarla, por lo que tuvieron que seguir caminando.

Al otro día, encontraron un arbusto con bayas. A Mica le gustaron y quiso guardar más para el camino, pero un ruido la ahuyentó, provocando que saliera corriendo.

—Lo siento —dijo cuando la encontraron—. Me asusté.

—Lo entendemos, cariño, pero no puedes alejarte del grupo, ¿está bien? —Tocó su mejilla—. En el caso de una emergencia, corren; de lo contrario, deben quedarse donde Tyreese y yo podamos verlas, ¿está claro?

Oyeron los gritos provenientes de personas y los disparos. Jess sugirió a Tyreese que fuera a ver mientras ella y las niñas se resguardaban en el bosque. Ella dijo que tenía todo manejado y preparó a las niñas para tener los ojos bien abiertos.

Mica y Jess tenían un arma y Lizzie a Judith en manos. El problema: los llantos de la bebé. Tener a Judith en el bosque era como llevar un sonajero en las piernas y que suene cada vez que camines. Los caminantes se acercaban, y mientras Mica entraba en crisis, Jess tuvo que encargarse de ellos con su cuchillo.

BLOODY DANGER¹ | Daryl DixonWhere stories live. Discover now