Capítulo XLV ━ No siempre es como quieres

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"And here it is, our final night alive"

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"And here it is, our final night alive"



—¿Estás bien? —cuestionó Marion en cuanto salió del baño—. Rick me contó lo que sucedió.

—No deberías meterte en estos asuntos, Marion.

—Mataste a Kenny, Jess —recordó, como si no lo supiera—. No te estoy culpando, ni siquiera pienso que eres un monstruo, pero me preocupa.

—Pues, no lo hagas. Soy yo la que debe preocuparse por ello. Y me siento correctamente, lista para continuar con el día, así que no vuelvas a repetir mis actos, Marion, porque juro que no pensaré en lo que hago, y tengo mucho miedo de ello. —Acabó con la voz quebrada y sus ojos llorosos. Marion la abrazó y acarició su espalda.

No quería salir de la casa por un largo tiempo, no quería tener que afrontar sus problemas allá afuera. Sin embargo, como había dicho antes, las cosas no siempre salían como ella quería.

Habían escuchado el motor de la caravana por la calle y vieron cómo Rick estacionaba frente a la casa de Maggie y sacaba a la mujer débil. Fue suficiente para que Jessica saliera de la suya sin pensarlo dos veces, siendo seguida por su querida hermana.

—¿Qué sucede? —preguntó ella, desconcertada.

—Es Maggie. Algo sucede con el bebé. Habrá que llevarla a Hilltop para que la revisen —dijo Rick, manteniendo la calma.

—Entonces, los acompaño.

—¡No! —gritó—. No irás. ¿Te olvidaste de lo que sucedió hace unas horas? No puedes salir en este estado, debes quedarte en tu casa. Es lo mejor que puedes hacer.

—Me tratas como una maldita loca, pero eso me importa un bledo. Yo iré con Maggie, y no podrás detenerme. —Rick insistió en que no lo permitiría—. ¡Rick! Por favor, no me hagas esto —suplicó—. He estado con Maggie desde la granja, y no me permitiría dejarla en un momento tan crucial como este. Y si piensas que me quedaré aquí, preguntándome si llegaron o murieron en el intento, estás muy equivocado —argumentó—. Se acabó, Rick. No quiero que nadie más muera, en serio. Quemaré mis armas, si es necesario. Me convertiré en una puta monja, si eso quieres, pero por favor, déjame sostener la mano de Maggie hasta Hilltop. Necesito saber que llegará bien.

Grimes lo pensó muy serio, se tomó un gran tiempo, tiempo que hizo que el estómago de Jessica se retorciera como chicharrón. Finalmente accedió, con la condición de que Marion se quedaría allí.

—Yo quiero ir contigo —pidió Marion.

—Estaremos bien, cariño. No debes preocuparte —acariciaba su hermoso cabello corto y ondulado—. Iremos a Hilltop y encontraremos a Daryl y a Glenn, si es que primero no vienen aquí. Por cierto, lamento haberte tratado...

BLOODY DANGER¹ | Daryl DixonWhere stories live. Discover now