Capítulo XXXI ━ Almuerzo o cena

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"Do I really have to tell you how he brought me back to life?"

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"Do I really have to tell you how he brought me back to life?"



No recordaba cuántas veces había escuchado a Kenny decir que esta noche era la fiesta de bienvenida, pero estaba segura de que se iría de su casa si lo decía una vez más. Kenny quiso arreglar las cosas entre ellos invitándola a almorzar hoy en el pórtico de su casa, al aire libre y a vista de todos.

Le sorprendió que supiera cocinar y que se viera tan rico. Hacía mucho tiempo que no comía algo servido en un plato y con cubiertos.

¡Voilá! —sonrió orgulloso—. ¿Te gusta? Había un libro de cocina en la despensa; quería hacer algo nuevo para ti.

El sabor no era del todo lo que se esperaba, pero estaba pasable. Para ser la primera vez que el muchacho cocinaba no estaba nada mal, así que ella se reservó el comentario negativo acerca del sabor. Kenny le preguntó sobre el estado de su pie.

—El doctor dice que tardará un poco más en curarse, ya que el reposo que me recetó no está siendo seguido —comentó graciosa—, pero estoy bien. Me gusta poder moverme.

—¿Cuándo será el día en que te quedes quieta? Eres muy testaruda, Jess.

—Lo sé, pero ¿qué puedo decirte? Nací con esa idea.

Jess llevó otro bocado a su boca, pasándolo con agua para hacer esta tortura un poco soportable. Sabía que Kenny era susceptible a las "críticas constructivas" dado a la familia de la que venía, así que le hacía el favor de callarse la boca en cuanto se refería a mejorar la calidad de sus cosas; no era bueno, pero así era él.

—Irás a la fiesta, ¿verdad?

—No lo creo, Kenny. Ya te lo dije, no es mi mundo; nunca pertenecí allí.

—¡Vamos, Jessica! Debes abrirte con las personas. Puedes llevar a tu grupo. —Tomó agua—. Incluso al hombre de la ballesta.

—Daryl ni siquiera pisará las escaleras de esa casa, créeme —dijo luego de reír al imaginar a Daryl incómodo por la vestimenta y la gente que lo rodearía.

—¿Así que su nombre es Daryl? —Cuando Jess levantó la vista, él estaba mirando hacia su derecha, evitando el contacto visual con ella—. Es atractivo, ¿verdad? —Su voz cambió de repente—. Sé cómo lo mirabas, Jessica. ¿Acaso estuviste con él?

Había olvidado lo celoso que podía tornarse Kenny en cuanto le mencionaba a un hombre; parte de su falta de autoestima. Recordaba cómo en el pasado ella trataba de explicarle las cosas antes de que se enojara; estaba acostumbrada a aquel trato, aquel que Shane le implantó desde pequeña.

Sin embargo, ahora lo miraba y veía a un niño celoso de que un compañero le robara su juguete favorito. Ver a Kenny así después de tanto tiempo le dieron a Jess ganas de ir caminando hasta su casa e ignorarlo hasta el día de su muerte. A pesar de querer irse, se quedó y sólo expresó una cara de disconformidad por su trato para con ella.

BLOODY DANGER¹ | Daryl DixonWhere stories live. Discover now