𝗕𝗟𝗢𝗢𝗗𝗬 𝗗𝗔𝗡𝗚𝗘𝗥 | "El miedo es algo poderoso, pero el amor... no tiene límites de riesgo"
Horror, muerte, esperanza, vida; estos son los pilares que manejan el Nuevo Mundo. De convivir con una familia terrorífica a tener que pasar el resto...
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"Can't stop staring at those ocean eyes"
Fue una alegría volver a ver a Daryl después de un tiempo desaparecido, a pesar de su reciente duda a base de la pregunta de Carl la otra noche, pero las buenas noticias la hicieron olvidarse de todo lo que pasaba en ese momento.
La noticia era una posibilidad de que Beth y Marion aún siguieran vivas en un hospital en Atlanta, lugar en el que también habían llevado a Carol. Daryl había llegado hasta ahí junto a ella y trajo consigo a una persona que sabía sobre el hospital. Jess se anotó para ir en el momento en que escuchó el nombre de la niña.
Antes de partir, dejaron protegida la iglesia para que Carl, Michonne, Judith y Gabriel se quedaran; luego de rescatar a las chicas, necesitaban un lugar donde vivir, y ahora mismo la iglesia era lo único bueno que tenían.
Daryl se le quiso acercar para hablarle, pero ella no se sentía preparada para hacerlo por cuestiones obvias, por lo que lograba evitarlo. Se sentía mal por ello, pero no quería arruinar su amistad sintiendo algo más y que Daryl lo notara y se pusiera raro. Sin embargo, ahora mismo estaba actuando raro ante sus ojos, pero no se daba cuenta.
Se despidió de Judith y de Carl antes de partir. Michonne la saludó con un abrazo y le dijo que se mantuvieran a salvo. Ya eran parte de la familia, y ya habían perdido a muchos como para perder a uno más.
Cuando subieron al camión que Daryl trajo junto con el chico nuevo, Noah, estuvo preparada para todo. No le importaba a quien tuviera que matar para rescatar a Marion, lo haría sin pensarlo, y eso era lo que le asustaba.
La última vez que había hecho algo parecido fue cuando aplastó la cabeza del hombre que había amenazado a Judith en la cabaña de vigilancia de Terminus. Glenn logró apartarla, pero con un gran esfuerzo. ¿Qué pasaría ahora que Maggie y él no se encontraban allí? Sabía que podía reaccionar sin pensarlo, pero no sabía cómo controlarlo.
Ya estaba en sus venas. No se detendría hasta encontrar lo que busca, y mucho menos si lo que busca era a un miembro del equipo. Afilaba su cuchillo y verificaba la munición de sus armas, luego sacó el machete que Rick le dió el día anterior y comenzó a tallar sus iniciales.
Después de la masacre las anteriores noches, ella estaba sentada en una esquina esperando a que los cuerpos de los integrantes de Terminus estuvieran fuera de la iglesia. Glenn le había dicho que se quedara tranquila mientras los otros se encargaban de ello.
Unos minutos después, tenía a Rick frente a ella, ofreciéndole un machete: era el machete que había usado para matar a Gareth.
—Quiero que lo tengas —respondió antes de que ella preguntara—. Te desempeñas bien con armas cuerpo a cuerpo.
—Pero es tuyo, Rick.
—Y ahora será tuyo —ofreció—. Además, combina con tus botas —contestó al ver estas teñidas de escarlata por la sangre.
