Capítulo XIV ━ Largo día

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"I need you to hold all the sadness, I can not live with inside of me"

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"I need you to hold all the sadness, I can not live with inside of me"



La mañana era la peor parte de despertar. Cada día te ibas acostumbrando, pero era un horror estar a las 6 de la mañana levantado para hacer... lo mismo de siempre. Tal vez hoy sacaría algún libro de la biblioteca, o ayudaría a despejar la torre tres infestada de caminantes.

—¿Estuviste despierta toda la noche? —La voz de Rick fue la primera voz que escuchó—. ¿Cómo está Marion? Oí lo de su padre.

—Duerme como tronco. Dame un café, parezco caminante. —Saludó a Judith besando su cabecita—. Hoy tengo que averiguar lo de Rob.

En cuanto terminó de tomar su café, fue a despertar a Marion para ver cómo estaba su padre. Marion caminaba medio dormida, así que la tuvo que llevar alzando. Su sonrisa se borró drásticamente cuando Lizzie y Mica salieron corriendo del pabellón siendo seguidas por un caminante detrás de ellas.

Tuvo que bajar a Marion para pegarle al monstruo con una pala en la cabeza. Pidió que llamaran a Rick y que salieran de ahí lo antes posible. En cuanto se fueron, ella se aventuró a entrar, lo que luego sería catalogado como una mala idea al ver que todo el pabellón estaba infestado de esas cosas.

Había personas aún con vida, pero los caminantes se le abalanzaron como costales de harina a punto de caer. Jessica hizo lo que pudo desde la cercanía hasta que los demás llegaron.

Al darse cuenta que el D era donde Rob estaba, subió las escaleras en busca de su celda. Cuando entró, no logró verlo en la celda. En su lugar, vió recién cuando estaba encima suyo, convertido en caminante y tirándola al suelo tratando de atacarla.

No podía matarlo; además de que su cuchillo y pistola habían caído lejos de su alcance (y estaba haciendo todo lo posible para que no se acerque a ella), era el único pariente que a Marion le quedaba. No podía hacerle eso a ella.

Antes de volver a pensar en ello, un machete atravesó la cabeza del hombre. Carol ayudó a sacarle de encima el cadáver muerto y levantarla del suelo.

—Jessica, ¿te hizo algo? ¡Jessica! —La tomó de los brazos al ver que no reaccionaba. Esta negó con la cabeza una vez despierta—. Bien. Vamos, hay que despejar las demás celdas.

Carol se fue, pero Jess aún estaba en estado de conmoción. Como ayer le había dicho a Hershel, Rob tenía sus ojos rojos; no obstante, ahora sus ojos sangraban, como si de alguna forma estos se hubieran roto dentro de sus cuencas. Fue aquella imagen la que la horrorizó.

—Jess —le dijo Rick una vez que subió. Cuando vió el cuerpo muerto, lo supo—. Lo lamento.






BLOODY DANGER¹ | Daryl DixonWhere stories live. Discover now