Capítulo X ━ Saber cuando uno se equivoca

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"The thought of all the stupid things I'd done, and I never meant to cause you trouble"

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"The thought of all the stupid things I'd done, and I never meant to cause you trouble"



Era obvio que Rick se enojaría con ella cuando escuchara la grandiosa idea que tuvo en aquel momento de desesperación, pero sinceramente a Jessica no le importaba. Había cosas más importantes qué discutir, como el reciente ataque a la prisión que el Gobernador y sus secuaces planearon y la forma en la que pusieron en peligro a todo el grupo.

Fue cuestión de suerte que ella, Daryl, y en parte Merle, salvaran al alguacil de ser devorado por esas cosas en cuanto arribaron. El patio también estaba repleto de caminantes, pero matarlos allí era más fácil que tenerlos a todos encima.

Lo único para lo que Merle servía era para dar información sobre los próximos movimientos del Gobernador, ya que todo este tiempo ha sido su mano derecha en su aclamada ciudad, y lo que contaba no era nada bueno. Solo tenían dos opciones; quedarse y luchar o rendirse y huir.

—Son muy fuertes, no podremos vencerlos, Rick —opinaba Jess una vez que la charla finalizó.

—Tú eres la última que debe opinar lo que es bueno o no para el grupo —contestó furioso mientras se acercaba a ella—. Te fuiste sin avisar a nadie y volviste de milagro. ¿Qué tal si hubieras muerto?

—¿Y qué querías que hiciera? ¿Dejar nuestras vidas en tus manos mientras tú perdías la cabeza? —retrucó—. Daryl es un importante miembro de este equipo, y ahora mismo necesitamos a todo el equipo de nuestro lado.

—Ella tiene razón, Rick —concordó el anciano Greene—. Entendemos por qué estás así, pero necesitas aclarar tus ideas y actuar de inmediato.

Grimes los miró a ambos, pero más a Jessica, quien por primera vez en su vida había hecho algo por el bien común en lugar de esconderse por miedo, como lo había hecho toda su vida. Admiró la actitud y les pidió un momento para pensar las cosas.

—Tienes pelotas, niña —dijo Merle tras los barrotes.

—Tú cállate si no quieres que te clave un cuchillo en el muslo. —Por alguna razón, no podía mirar a Merle. Tal vez le recordaba a su propio hermano y la repulsión hacia él provocaba aquellas reacciones.






Cuando las cosas se aplacaron, Beth preguntó a Jess si se encontraba bien. Hablaron por un buen rato sobre la valentía de esta última hasta que la presencia de Daryl las obligó a quedarse calladas. Greene los dejó solos, dado a que era obvio que él quería hablar a solas con Jess.

Ella no lo miró a los ojos, en su lugar se puso a revisar el cargador sin uso de su automática.

—Escucha, yo...

BLOODY DANGER¹ | Daryl DixonWhere stories live. Discover now