Capítulo XLIV ━ Monstruo

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"I don't care what you say

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"I don't care what you say... Michelle, you are a monster from hell"



Era la primera vez que despertaba antes que Daryl, y se sentía afortunada de tenerlo en su cama, descansando como un bebé. Al levantarse tuvo que quedarse mirándolo por unos minutos por la satisfacción que le causaba. No quería despertarlo para nada.

Se levantó lentamente de la cama, tomó una de sus camisas y se la puso; no planeaba salir en todo el día, si eso implicaba quedarse con su querido compañero. Percibió la camisa y el chaleco de Daryl tirado en el suelo, y de repente se le ocurrió una idea.

Tomó este último y, mirándose directo al espejo, se lo puso. Lucía mejor en Daryl, pero debía admitir que le daba cierto porte en ella. Si tuviera su sujetador puesto en este momento, estaba segura de que se vería mejor.

—¿Qué haces? —oyó la voz del propietario de la ropa. Se sobresaltó un poco—. Eso no es tuyo —bromeó.

—Quería ver como me quedaba —dijo sin problema, volvió su vista al espejo, mirando su figura de todas direcciones—. ¿Qué opinas?

Daryl se levantó de la cama, con su torso desnudo solo para ella y se acercó para robarle un suave beso de buenos días. Jess sonrió en medio del beso por la espontaneidad de este y metió una de sus manos en el bolsillo del chaleco, en donde encontró algo.

Cortó el beso cuando notó que había algo en el bolsillo de esta, y en cuanto sacó el pequeño llavero con el nombre "Dennis" en él, Daryl lo tomó y se lo guardó en el bolsillo de nuevo.

—Era de Denise —explicó.

—Oh... Lo lamento mucho —se disculpó, se sacó el chaleco con diseño peculiar y se lo entregó de vuelta—. Ten, es tuyo.

Creyó que se lo iba a dejar, pero Daryl no dudó en tomarlo y abandonar la habitación luego de ponerse sus zapatos y su camisa. Jessica supo que él estaba algo disgustado por lo que ella había hecho, y no quería que se despidieran con un mal gusto en la boca.

Le servía el desayuno a Marion cuando lo volvió a ver en la cocina, sirviéndose jugo en un vaso. Marion lo saludó y  se despidió de ambas.

—¿Te irás? —preguntaba triste Jess—. Quédate un rato más.

—No será por mucho. Ya vuelvo. —Y sin importarle la presencia de Marion, la besó lento.

Se despidió nuevamente de ambas y Jess le dijo que volviera sano, como siempre lo hacía. Marion miró con una sonrisa a Jess, quien se sintió algo avergonzada por la escena y amenazó a la pequeña con que tiraría todos sus libros si no dejaba de mirarla de esa forma.

Jessica había entendido que Daryl iría a buscar unas cosas en otra casa, por lo que no se hizo mucho problema. Salió a buscar a Carol para tener un momento de chicas, pero se encontró a Tobin en su lugar, algo alterado por la reciente desaparición de la misma.

BLOODY DANGER¹ | Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora