Capítulo VI ━ Los que están aquí

618 46 1
                                    

"Welcome to the new age, to the new age"

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

"Welcome to the new age, to the new age"



—Recuerda: mantente firme, los pies clavados...

—Sí, lo sé —contestó ella. No era su intención decirlo de forma tan brusca, por lo que se disculpó.

Habían pasado varios días desde la inmigración obligada de la granja y todavía no habían hallado un lugar estable. Además de que el embarazo de Lori iba en aumento, el grupo ya no podía vivir de esa forma; trasladándose de un lado a otro, encontrando la comida para el día y dormir con un ojo abierto.

Dadas las circunstancias, Jessica decidió que no podía seguir escapando y dejar que el grupo hiciera su parte, mientras que ella se mantenía escondida detrás de ellos. Necesitaba practicar su puntería, y el único que se le ocurrió que sería bueno para enseñarle ello era Daryl Dixon.

A lo largo de tres semanas, tuvo que pedírselo 29 veces para que finalmente cediera. Le ganó por cansancio, como casi siempre lo hacía.

A medida que las prácticas se iban haciendo recurrentes, Jessica iba aprendiendo cosas de Daryl, al igual que él de ella. Jess aprendió que él no era tan malo como pretendía ser, él supo que ella era muy intensa; a ella le gustaba lo serio que se tomaba todo, a él le desagradaba que todo lo que decía lo convirtiera en chiste.

Y aunque eran polos opuestos, sabían mantenerse al margen de cada uno; Jessica trataba de no agotar la paciencia de él y Daryl no la sobrecargaba de responsabilidades a la hora de las prácticas.

—¿El revólver no debería ser lo último que aprenda a disparar?

—¿Qué?

—El revólver es como un arma cuerpo a cuerpo, verdad? Como la película de "El Perfecto Asesino": mientras más lejos te mantengas del objetivo, más fácil será el tiro —explicó—. Hasta me salió con rima.

—Sí, bueno, será mejor que le des en el blanco si quieres que te continúe enseñando —comentó con toda la paciencia que tuvo—. De todos modos, eres mala en las armas cuerpo a cuerpo.

—¿Me enseñarás a usar tu ballesta?

—Si, seguro, cuando los cerdos vuelen. Dispárale al árbol.

La mayoría de las veces, Jess bromeaba con Daryl como venganza por su mal trato en la granja, y aunque lo hiciera un millón de veces más, a Daryl no le importaba mucho, pero lo atormentaba el no saber porqué, y esa pregunta constante era lo que lo mantenía alejado de ella.






Por meses, el grupo estuvo sin hogar, sin comida y raramente a salvo. El invierno fue uno muy crudo, y más si se la pasaban casa por casa intentando sobrevivir. Lori tenía cerca de ocho meses de embarazo, lo que significaba que pronto daría a luz, y no sería lindo que lo hiciera en medio de una carretera.

BLOODY DANGER¹ | Daryl DixonWhere stories live. Discover now