🌑 Capítulo 5 🌑

27.6K 3.5K 203
                                    

Eva estaba furiosa, me miraba como si fuera un caso perdido que ella debía salvar, sin la menor idea de cómo

К сожалению, это изображение не соответствует нашим правилам. Чтобы продолжить публикацию, пожалуйста, удалите изображение или загрузите другое.

Eva estaba furiosa, me miraba como si fuera un caso perdido que ella debía salvar, sin la menor idea de cómo. Su boca se había convertido en una línea seria y el entrecejo lo tenía arrugado.

—Me perdí —expliqué.

—Hay mapas por toda la línea que divide ambos campus —recriminó ella.

Recordé el sinnúmero de letreros qué había visto antes de atravesar la frontera.

—No sé leer mapas —respondí.

—Son bastante claros —repuso conteniendo la ira en su voz—. En todo caso, eso no te da derecho para insultar a un miembro de la familia Pemberthy, son parte del clan de los lobos y les debes un mínimo de respeto.

—¿Yo? ¿Respeto a ellos? —repliqué con rabia—. ¡Ellos arruinaron mi vida!

—Y ahora están pagando tus estudios para que puedas reincorporarte a la sociedad y aprendas a lidiar con tu transformación.

—No tendrían que tomarse la molestia si solo me hubiesen dejado vivir mi vida en paz, yo iba a una escuela como cualquier otra, quería entrar a la universidad luego de graduarme, tenía una casa, amigos... —reclamé, pero no había caso, en realidad nada de lo que pudiera decir era útil a estas alturas.

Eva seguía enojada conmigo, pero pude ver que su expresión se suavizaba al ver mi sufrimiento.

¿Qué iba a pasar luego? Podía graduarme, podía pasar toda mi existencia encerrada en esta estúpida institución, siguiendo sus absurdas normas, para luego salir y fingir ser normal, cuando mi vida, en realidad, se había vuelto asquerosa.

—No te castigaré porque comprendo que estés confundida —concluyó Eva—. Pero anotaré esto en tu expediente y a la larga, podría perjudicarte para cuando quieras solicitar salir los fines de semana. Espero que entiendas lo que has hecho, reflexiones y no vuelvas a desobedecer.

Me puse de pie y caminé hasta la puerta, habría deseado poder transformarme en ese momento y rasgar las preciosas paredes de la oficina de mi tutora, pero no podía, de pronto mi sorprendente autocontrol no me parecía tan maravilloso.

Me conformé con dar un fuerte portazo a la hora de salir.

No iba a reflexionar, realmente no había nada que pensar, solo quería irme. Estaba harta, y no iba a aguantar un solo día más aquí.

Me dirigí al enorme campus que rodeaba la academia, y eché un vistazo crítico. No se distinguía una salida por ninguna parte, pero estaba dispuesta a arriesgarme por encontrar una.

Ya que las clases aún no terminaban, no había mucha gente paseándose, lo que me daba un cierta ventaja.

Caminé en línea recta, sin un plan ni una idea, solo confiando en encontrar la salida. Me alejé poco a poco del enorme edificio central, no me molesté siquiera en mirar hacia atrás, quería irme, nada más.

SelenofobiaМесто, где живут истории. Откройте их для себя