🌑 Capítulo 13 🌑

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Dedicado a @EvieWilde

Miré los apuntes sobre la mesa como si se tratase de una bomba a punto de explotar.  Dentro de poco me tomarían los primeros exámenes, para que mis calificaciones quedaran al día con la del resto de los estudiantes, pero debido a que era nueva y desconocía gran parte de las materias, mi compañera de cuarto se ofreció para ayudarme con los estudios.

—Aún no entiendo para qué estudiar —me quejé—. De todas maneras no tengo intenciones de permanecer aquí mucho tiempo.

—El clan querrá ver tu rendimiento cuando venga a la Academia y será mejor no disgustarlos —explicó—. Además, si nos graduamos de aquí será como terminar cualquier otro instituto, es cierto que hay asignaturas extrañas, pero ni aquí nos salvamos de matemáticas o español.

Me crucé de brazos, echándome hacia atrás en señal de rechazo.  Podía entender a Abigail e incluso lamentaba comportarme así con alguien que solo quería ayudarme, sin ninguna obligación, pero había algo más fuerte dentro de mí y era el rechazo a esta Academia y este mundo.

Mi amiga sonrió, poniendo toda su paciencia en aquel pequeño gesto.

—Esta bien, nos tomaremos un descanso antes de empezar —resolvió, poniéndose de pie—. Voy a mostrarte algo, creo que solo él puede ayudarte.

La miré con recelo, pero accedí a seguirla por los largos pasillos de la Academia hasta llegar al patio principal.  Un montón de estudiantes se encontraban reunidos ahí, al principio me costó distinguir qué ocurría, hasta que reconocí un balón volando de un lado a otro, entonces me di cuenta que Daniel estaba practicando con su equipo para las competencias deportivas y tenía un buen público observando.

Hannah estaba a un costado de la improvisada cancha conversado con un grupo de chicas, quise acercarme a ella, pero Abby me detuvo.

—Será mejor dejarla sola —sugirió.

—¿Hay algún problema? —cuestioné.
Ella negó con la cabeza.

—Es solo que no me llevo muy bien con todas las chicas de acá —explicó.

Di un nuevo vistazo alrededor, analizando a cada persona que se cruzó dentro de mi campo visual.  Todos sonreían y hablaban entre ellos, pero no se veían realmente interesados en la práctica del equipo.

—Al convertirnos adoptamos muchas costumbres de los animales que nos representan —señaló Aby—. O en realidad, mejor dicho, no es como si no hubiésemos sido así antes, es solo que nuestros instintos salvajes se agudizan y nuestro comportamiento se adapta conforme a ello.   Todos están conscientes que lo que sentimos hacia los chicos del sector este no es más que un efecto de la transformación, pero es inevitable contener el impulso, sin embargo aquí es donde se da la verdadera cacería, todos los ojos curiosos no son más que hembras en celo, buscando un candidato para que sea su compañero.

La idea me causó repulsión.  Un poco de amor propio no les habría hecho mal.
Daniel consintió en hacer un pequeño descanso. Los jugadores se retiraron a los baños en busca de agua y regresaron con los rostros y el cabello húmedos, pero antes de poder iniciar el segundo tiempo, un montón de chicas detuvieron al capitán.

No lo soporté, estaban dejando al género femenino como un montón de arrastradas, desesperadas por un novio.
Me acerqué a Daniel y lo tiré de su ropa, la cual se encontraba empapada en sudor.  El cambió el centro de su atención al ver que Aby y yo estábamos presentes, dirigiéndonos su característica sonrisa de buen chico.

Recibí un par de miradas asesinas cuando lo empujé lejos de su club de fans, a las que no presté mayor importancia.

—¡¿Te das cuenta que están utilizando el entrenamiento como si fuera una exposición de chicos?! —exclamé.

Él no se vio molesto con mis quejas, a pesar que estaba preparada para que se ofendiera y no quisiera volver a dirigirme la palabra.  Habría entendido su reacción, pero no iba a quedarme callada.

—Claro que estoy al tanto, Kenz —contestó, con calma—. Los chicos igual se dan cuenta, pero no me importa, sentirse apreciados motiva al equipo, así que lo acepto.

—¿Qué clase de conclusión es esa? —me quejé—. ¿Acaso después piensas dejarlos jugar semi desnudos?

—Por supuesto que no —rió, me daba la impresión que estaba tomándose mis advertencias a la ligera—. A mí solo me interesa ayudar a estos chicos a encontrar su lugar acá, quiero que puedan controlar sus transformaciones y que pasen un buen rato.  Es mi pequeño aporte, pero que ha dado resultados.

—¿Y acaso estás pensando implementar un sistema de cita a ciegas para lograrlo? —repuse con sarcasmo.

—Puedes enojarte todo lo que quieras, pero por favor no cuestiones mis aspiraciones —Por primera vez lo vi ponerse serio—. En el comedor todos parecen zombies, actúan por instinto por el efecto de un hechizo controlador, en clases no es muy distinto, pero aquí no.  Mira a tu alrededor, realmente parece una academia, los muchachos se ríen, juegan, las chicas conversan, crean lazos unos con otros y aprenden a vivir dentro de esta nueva realidad. 

Recordé lo que había dicho Finn el otro día, sobre cambiar el sistema en el que estabamos insertos.  Solo al ver a Dani, esforzándose por hacer algo por todos los que estábamos aquí, atrapados en un lugar que nunca deseamos, me di cuenta a lo que se refería. 

Su mundo se hizo pedazos y ya no se puede volver a armar, pero en vez de llorar, han decidido construir uno nuevo, tomado las pocas piezas que tienen y les pertenecen.

—De acuerdo, te debo una disculpa —dije.

—No te preocupes, todos hemos pasado por lo mismo —respondió.

Daniel se volteó en dirección a la cancha, para dar la orden de reanudar la practica, cuando de pronto se quedó estático. Me acerqué a ver qué le había causado semejante impresión, y cuando vi a la figura que se acercaba, me congelé unos cuantos pasos atrás.

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Nota antigua:

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Nota antigua:

Bueno, necesito su ayuda. Aún no sé qué deporte me gustaría para el club de Daniel :( ¿cuál se imaginan ustedes? ¿Cuál creen que queda bien? El deporte con más votos gana (?
Agradecería mucho su ayuda ☹️

SelenofobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora