33. Lágrimas de felicidad-Maratón 8/8

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La puerta se vuelve a abrir, esta vez, al ver el rostro de una conocida siento que mi mundo vuelve a florecer.

-¡Danna!-me grita con pura felicidad. Me arrimo al buró y trato de incorporarme, pero se me hace muy complicado y me duele todo el cuerpo. Ella me toma de los hombros y me vuelve a poner sobre la cama-. No, debes quedarte quieta, amiga. Tienes una buenas heridas.

Miro mis piernas cubiertas y sólo suelto un bufido.

-Estamos casi igual-sonríe como ella siempre lo hace-. Pero tú fuiste la más perjudicada al tratar de ayudarme-baja la mirada y toma mi mano y la aprieta-. Gracias, te quiero mucho. Sin ti, posiblemente no estaríamos aquí. Te debemos más de lo que pensé.

Aún no podía hablar, pero algo sí.

-Me veo...terrible, ¿no?

-Mmm...más o menos-dice con una risita escondida-. La verdad has hecho peores estupideces antes.

-Creo.

-No logré contactar a los demás, la señal aquí es un asco y no sabía qué hacer. Estamos demasiado lejos de la ciudad como para hacer algún puente de conexión-baja el rostro. Así que pasamos dos días y ellos no saben nuestro paradero-. Queríamos esperar a que despertaras y mejoraras, no llegaremos lejos si no te repones.

-¡Toc-toc! ¿Podemos pasar?-la puerta se abre dejando ver otros rostros familiares-. ¿Cómo te sientes?-Rick se acerca muy cuidadoso y se sienta al otro lado de donde estaba Katia.

-He estado mejor-digo con la voz sumamente ronca. Pronto diviso a Daleshka y las gemelas.

-Me alegra que despertaras-dice Eve sujetándose del hombro de su hermana.

-¿Han sabido algo?-trato de hacer todo mi esfuerzo por hablar, pero no sirve mucho.

Las gemelas se apartan un poco y miran a Daleshka.

-No por el momento-dice ella bajando la cabeza, decepcionada.

-Bien.

-Te hemos esperado bastante-habla Nick, arrimándose a la pared y su mirada se pierde en la ventana, pero más en lo que había afuera.

-Podemos catalogar que el plan fue exitoso: logramos salir-continua Rick poniendo una mirada comprensiva-. Cuando saltaron tragaste demasiado polvo, esa es mucha de las razones por las cuales aún no puedes hablar.

Suelto un largo suspiro de cansancio.

¿Y ahora cómo íbamos a contactarlos? Era una cruda pesadilla después de todo, aunque la buena noticia era que todos salimos completos. Quería poder levantarme de la cama e irme en busca de mi familia, pero seguía con la duda de dónde los podría tener, y eso era una tortura en mi mente.

Andy se acerca cuando no me di cuenta, pero su mano va a mi frente y me queda mirando algo fruncido.

-Ya no tienes fiebre, creo que podrás ducharte-dice y suelta una débil sonrisa-. Debes de estar incómoda.

-Algo-murmuro tratando de acomodarme-. No sería mala idea.

Rick acaricia mi pierna dulcemente y me da una mirada de aliento y apoyo. Katia se retira y va a la puerta junto con Nick y los demás. Los labios de Rick se acercan a mi frente y dejan un pequeño beso que encontré tierno. Me quedé sin palabras.

-Te esperamos abajo, tómate tu tiempo-dice alejándose de mí. Ahora todos salen de la habitación, todos...excepto Andy. Está justo al lado que se encontraba Katia, me tiende la mano y yo la acepto de inmediato, pero estaba algo dudosa; una vez que lo hago, tira de mí un poco como para que lograra incorporarme en el suelo sin líos. Sujeta mis dos manos con las suyas y logra estabilizarme sin ningún tipo de problema, por alguna razón sentí cómo si estuviera bailando. Al hacer esto quedo frente a él y noto que era alto, un poco más que Evan suponía...y si que era alto. Antes me había fijado en sus misteriosos ojos avellana, la verdad sobresalían bastante que hasta parecían tener brillo propio. Era hipnotizante. A la vez que su corto cabello le daba la sensación de madurez no hacia suposiciones.

The Drama of Problem [MAMP#4] #YoSoyAnarky2018Where stories live. Discover now