The Drama of Problem [MAMP#4] #YoSoyAnarky2018

61. Espejos de la verdad-Maratón 4/5

Dedicado a mi padre por su cumpleaños

Estaba sentada sola en el tejado de la gran casa. Sola. Quería ver todas las estrellas que pudiera, quizá sería la última vez que las vería. O a la luna, tan brillante y más ahora cuando está completamente llena y su luz me cubre como manta mientras voy estirando los brazos y pensar que todo lo que pasa a mi alrededor está fuera de control, de mi control. Todos arriegan mucho y pierden, casi no puedo recordar las cosas que verdaderamente importan. Ya casi ni contaba los días que faltaban para ir a luchar. Quería creer que algún ser divino ayudaría, pero qué creen, nada pasó. Maldita razón de fe, maldito sea el tiempo, maldito...bien, creo que debería calmarme. Creo. Estaba con mucho estrés demás.

-Con que aquí estabas, llevo mucho buscándote.

-Pues aquí estoy-sonrío de lado con los ojos cerrados. No quería que el viera que estaba llorando, no quería que me vieran débil, ni siquiera él. Porque me consideraban como su fuerza y si me desmoronaba ellos también lo harían.

-Lo noté, te gusta pasar sola continuamente en estos días desde que volviste de la casa de los A'arcana-se sienta junto a mí y siento su mano sobre la mía, atribuyendome de un intenso calor que ya conocía.

-Bueno, fue algo traumante ver todo eso. Me dejo pensando-seguía sin abrir los ojos y para disimular respiraba más a profundidad mientras mis labios dibujaban una sonrisa algo apagada.

-Me imagino, pero hemos visto peores cosas-oigo su linda risa. Creo que cuando la escuché tuve paz, duro poco, pero fue agradable.

Hubo un silencio, pero para nada incómodo, nos quedamos ahí tratando de captar todos los sonidos a nuestro alrededor. Casi no pude imaginarme no volver a sentirme así nunca más, teniendo todo lo que quería y segura, eso cambiaría en unos cuantos días. Y si no me equivocaba sería en cuatro. Cuatro días.

-Ya pronto sabremos que pasará.

-Pero jamás te abandonaré.

Abrí mis ojos de golpe y lo miré. Sus ojos grises me hipnotizaban siempre que los veía y eso me encantaba, junto a él todo me ha pasado. Era un sueño y casi podía imaginarme en una vida normal, juntos. Sabíamos que no podíamos decirnos mentiras ahora, quería que todo fuera como es, sin mentiras, nada oculto. Cuando llegue el día donde todos nosotros nos pondremos en marcha quizá sea demasiado tarde para retractarse de algo.

-Te amo.

Esas fueron mis últimas palabras hacia él y la noche transcurrió. Un día menos.

Ya con el sol en nuestros ojos nos pusimos a entrenar. Katia, mis primos y yo estábamos haciendo todo mucho mejor. Andy era un excelente maestro. Todos estaban observándonos sentados frente a nosotros, podía notarlo en sus ojos, les impresionaba lo que veían. Eso me gustaba, quería decir que hacíamos bien todo. Evan comentaba junto con Xav desde la esquina, sonreían mucho. Mi padre estaba orgulloso de ver que todo lo que habíamos logrado hacer en tan poco tiempo y deseé que mi madre estuviera aquí, conmigo.

Me veía dando patadas al aire al mismo tiempo que Katia, haciendo el mismo movimiento. Las dos habíamos ganado mucha flexibilidad, así que Andy había instalado unos tubos en diferentes alturas, lo único que hacíamos era subir por medio de saltos y obtener un mejor equilibrio. Podíamos movernos más rápido, a este paso las armas ya no nos serían útiles. Ya lograba sentirme más fuerte, más segura.

-¡Excelente!-Andy observaba cada movimiento que hacíamos con gran deleite.

En ese momento ambas fuimos con los gemelos. Alan estaba avanzando en la técnica del kunai demasiado rápido, tanto así que cuando Rick pidió que le enseñara también, fue como su maestro. Hablando de Rick, creo que las cosas estaban bastante bien, era como si todos los enemigos que había tenido, o mejor dicho, amigos que me habían traicionado volvieron a estar con nosotros. Ya una vez ocurrido lo de Nick y Sean ya sabía que cualquier persona tenía motivos, pero siempre lo pensaría bien, pensaría claro y tomaría la decisión correcta. Todos merecían una segunda oportunidad y hasta ahora no me arrepentía de haberla dado con ellos y espero jamás hacerlo.