CAPÍTULO 17.- segundo fragmento

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Aiko miró a Natsuki con nerviosismo antes de tomar la mano de este y que todo diera vueltas a su alrededor. La teletransportación mágica era muy incómoda para ella, pero debía admitir que era un medio de transporté eficiente. Abrió los ojos, Natsuki aun la sujetaba de las manos y le sonreía.


La sonrisa del alfa la tranquilizaba por completo. Aiko sabía que estaba siendo demasiado confiada con ellos. En otra circunstancias, ella jamás hubiera permitido quedarse con ellos y confiarles tantas cosas, pero había algo, no sabía si era un sentimiento o un destello en de su sexto sentido que le decía que podía confiar en él.


—Jefe Masaru —el alfa Hiro hizo un asentimiento de cabeza, no podía hacer una reverencia de verdad porque estaba en silla de ruedas.


—Alfa Hiro —Masaru le respondió con una reverencia a medias, el abuelo de Aiko también era una persona mayor y usaba bastón.


Aiko miró a toda su familia y miembros de más alto rango en su villa, haciendo reverencia detrás de su abuelo, en un acto de respeto. Logró ver detrás de su padre a Naoki alzando un poco la cabeza y viendo con cara de susto las manos unidas de Aiko y Natsuki.


Ella lo soltó inmediatamente avergonzada, por un momento se había olvidado dónde estaba. Pero era notorio que Naoki no era el único que había visto sus manos unidas. Cuando toda su familia terminó de hacer la reverencia, su madre la miraba preocupada y su padre furioso.


—Abuelo —Aiko hizo una reverencia completa, se arrodillo en el suelo agachando la cabeza y poniendo sus palmas sobre el suelo—, padre y familia, pido disculpas por lo sucedido, cometí un error y lo lamento.


—Por la diosa ¿Está pidiendo perdón o rogando por su vida? —Alan estaba horrorizado de ver a Aiko echada en el suelo a pies de su abuelo.


—Perdonen a mi invitado —Hiro estaba divertido por el gesto de la cara de Alan—, es un forastero y no conoce nuestras costumbres.


—Levántate Aiko —su abuelo golpeó con el bastón al suelo—, hablaremos con más tranquilidad cuando saludemos correctamente a nuestros invitados, tu disculpa ha sido bien recibida hija mía.


Aiko se levantó mirando a su abuelo, este le sonreía un poco, parecía más preocupado que molesto.


—Les presento al príncipe Alan Hoffman —habló Hiro señalando a Alan—, ha venido como nuestro transporte personal.


Alan se había jurado hace mucho que al único que le daría una reverencia sería al oxigenado de Oliver en total en contra de su voluntad y porque no tenía de otra. Así que le dio la mano a Masaru.


Este le respondió el saludo apretando su mano.


—Es un honor recibirlo en nuestra villa —le saludo Masaru—. Supongo que gracias al medio de aparición que vi, usted debe ser uno de los famosos príncipes mitad lobo mitad demonio.


—Semidemonio es el término correcto —sonrió Alan con malicia—, perdón por llegar de improvisto, pero estoy aquí escoltándolos. El reino de los hombres lobos siempre velará por el bienestar de uno de nuestros queridos alfas.

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora