CAPÍTULO 45.- segundo fragmento

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—No estoy totalmente seguro de esto —Kerim se detuvo en la puerta de la casa de Bael—, diosa, esto es demasiado para mí.


—Tranquilo cariño —Bastian acaricio su espalda para estabilizarlo—, sé cuánto has anhelado su regreso y las veces que rezabas por que estuviera bien. Ahora está aquí, viva y feliz.


—Si, pero no me recuerda —Kerim se apoyó en una pared—, no recuerda nada de mí. Seré un desconocido para ella.


—Amor —Bastian tomó su mentón y lo alzó para que se vieran a los ojos—, es justo esa razón por la cual debe verte. Debe saber que había personas que la amaban incondicionalmente. Que la conocieron de verdad y que esperaron su regreso. Aparte de Auguste y Bael, solo ha recibido odio y menosprecios. Tu fuiste quien mejor la conoció y creo que ella necesita a su mejor amigo más que nunca.


Kerim se aferró a Bastian para tomar fuerzas y no quebrarse a llorar frente a Jessy.


Bastian tocó el timbre, esperando que alguien fuera a abrir la puerta. Sabía que no tenían sirvientes por lo mismo que querían ocultarla. Ahora todo cambiaría porque Jessy tomaría otra identidad como nueva mate de Bael.


Kerim pasó de un estado de shock total a el enojo cuando se enteró. Primero lloró y después golpeó a Bastian por ocultárselo días y no contárselo en el acto que supo de ella. Bastian le explico en la difícil situación en la que se encontró Jessy y no quería hablarle de ella hasta que todo pasara.


Ahora estaba a punto de verla después de tantos años. Desde aquel fatídico día que se la llevaron sin que él pudiera evitarlo.


Gunnar abrió la puerta nervioso, sabía que vendrían, pero no los conocía y temía estar con ellos y una Jessy que no los reconocía.


—Ella está en la sala esperándolos —dijo después de saludarlos—, está algo nerviosa. Pues... ya saben que no los recuerda ¿verdad?


Bastián y Kerim asintieron siguiendo a Gunnar. Entraron al salón principal y a Kerim se le paralizó todo. Su querida amiga Jessy estaba parada ahí, no con el disfraz que usaba en el Reino, sino como él la recordaba. Con su hermoso cabello castaño ondulado y abundante, sus ojos morados brillantes y ese rostro que denotaba una delicadeza única.


Kerim falló en su intento de mantenerse sereno y concentrado, estalló en llorar de inmediato, corrió hacia ella y la abrazó con fuerza. Al fin podía estar a su lado, tantos años de incertidumbre y tristeza se acababan ahí mismo.


—Oh Jessy —Kerim lloraba abrazándola—, te he extrañado tanto.


Jessy se quedó estática un momento y después también respondió su abrazo.


—Eres tú —dijo ella en un susurro—, eres el niño de mis sueños ¿verdad?, te pareces tanto a él.


Kerim se despegó de ella para verla a los ojos.


THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUNWhere stories live. Discover now