CAPÍTULO 25.- primer fragmento

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—Nosotros ya nos vamos —Estefan miró a Dantalian de reojo—, supongo que Bael no se tardará en venir.


—Ve sin problemas —Auguste se terminaba su café—, estaré aquí con ellos. Aunque tengo que trabajar un buen rato en mi oficina.


—Yo debería retornar a Corea —Joon se limpiaba con una servilleta de tela—, mis asesores me asesinaran por volver a desaparecer sin avisar. Los sabios de la manada casi me crucifican cuando nombre a mi hermano como mi beta, ahora me molestan por pasar más tiempo aquí en el Reino que en mi país.


—Gracias a la diosa luna tengo el gran proyecto que necesito trabajar aquí en el Reino —sonrió Auguste—, o si no también estarían molestándome porque su alfa esté aquí que en su manada.


—Te llevo ahí siempre —gruño Estefan—, así que no se quejen.


Estefan y Joon se despidieron de Auguste, Gunnar y Dantalian, seguidamente salir al jardín para desaparecerse. Auguste le dijo a Gunnar que estaría en su despacho y que le avisara si Bael y Jessy aparecían.


Gunnar llevaba a Dantalian a su habitación para hacer algunos dibujos con él o leer un poco cuando el estómago de Gunnar sonó.


—Oh dios santo —Gunnar se estremeció—, creo que algo del desayuno me cayó mal.


Dantalian soltó una carcajada cuando Gunnar corrió al baño.


—¡Ve a tu habitación y espérame ahí! —lloriqueo Gunnar.


Dantalian siguió riéndose un buen rato hasta que se dispuso a ir a su habitación, se quedó estático al recordar que solo tenía colores, pero no pinturas. Tenía ganas de usar pinturas, en la manada solían hacer pinturas con cosas naturales ya que no podían comprarlas, pero pensó que, si su tío podía comprarle tantos juguetes, seguramente podía comprarle pinturas.


Así que empezó a buscar el despacho de su tío Auguste. Cuando la encontró, la abrió despacio asomándose con cuidado. Vio a su tío Auguste hablando por teléfono.


—Si, ellos se fueron ayer —Auguste asintió—, Estefan lo sabía, pensé que tú serías el primero en... bueno Liam, yo no tengo la culpa de que tus subordinados olviden que lo son...


Dantalian se interesó en escuchar un poco más.


—Si, el pequeño Dan está muy bien —siguió Auguste—, lo estoy cuidando mientras Bael está ocupado mordiendo a su mamá.


Dantalian frunció el ceño


¡¿Ese hombre estaba lastimando a su mamá?!


—Sabe la diosa que cosas le estará haciendo a la pobre Jessy y no quiero pensar en eso que me da asco —Auguste hablaba sin darse cuenta quien escuchaba—, me dijo algo de la casa en medio del bosque... si, supongo que se refiere a esa. Está alejada y me contó que casi nadie se pasa a visitarla con regularidad, es un lugar ideal para que no les molesten.

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUNWhere stories live. Discover now