Anteriormente...

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     El aire volvió de golpe a sus pulmones, haciéndole sentir que era la primera vez que respiraba en la vida. Se incorporó de inmediato, pues un violento ataque de tos le impidió seguir recostada sobre el suelo árido en el que había caído. Se dio cuenta entonces de que todos sus amigos estaban en las mismas condiciones que ella. O, al menos, lo estaban quienes habían llegado allí.

— ¡¡Nene!!

Sintió los brazos de Lelouch rodeándola con fuerza, como si no quisiese dejarla ir jamás.

Nene devolvió el abrazo y se separó de él al instante, descubriendo lo mismo que a él lo dejó totalmente sorprendido.

El Geass había desaparecido de sus ojos, aunque ambos aún sentían ese poder dentro de sí mismos.

—Hermano...

Los abrazos se repitieron con Nunally, quien se quejaba de un dolor en el tobillo derecho que le impedía dar siquiera un paso con normalidad. Ella aún podía ver con sus propios ojos, aún podía caminar con sus propios pies. Al menos, nada en ella había cambiado. Akari se acercó a ella para sujetarla por los hombros y ayudarle a mantener el equilibrio. Yuu tenía que lidiar con el dolor de la herida que se había abierto en el lado izquierdo de su cabeza, además de tener que lidiar con Airu. La chica rubia no había querido separarse de él en ningún momento.

Kira fue la última en levantarse, sintiendo que las lágrimas seguían brotando de sus ojos luego de haber sentido que Katsura se alejaba de ella. Buscó a su amiga en los al rededores, sin lograr encontrarla. A decir verdad, no había rastro alguno de los demás a excepción de Zoe, quien recién había podido levantarse luego de bloquear una hemorragia que un corte había causado en su brazo izquierdo. Kiriha, Taiki, Takuya, Mimi... De ellos no había ningún rastro.

Lo único que encontró en su infructuosa búsqueda fue aquel DigiLector de color negro, que levantó del suelo para limpiar la pantalla. El impulso asesino se apoderó de ella nuevamente. Tuvo que luchar contra sí misma, sin entender lo que estaba ocurriéndole, para evitar destruir el aparato.

— ¿Dónde estamos? —preguntó Zoe.

Nene comenzó a recorrer el sitio en el que habían aparecido. Dio sólo un par de pasos hasta encontrar algo que causó que la chica se detuviera en seco. Akari se situó a un lado de ella y cubrió su boca con ambas manos, pues no era usual encontrarse con una lápida partida a la mitad que tenía escrito su nombre junto con un epitafio. Las flores de la tumba de Akari se habían marchitado, haciendo juego con el aspecto en general del lugar. Predominaban los colores oscuros. El rojo, el púrpura y el negro. Sólo en ese momento Nene pudo dirigir una mirada al sitio lleno de escombros. Fue sencillo imaginarlo como lo que había sido alguna vez: una mansión majestuosa.

—No puede ser... —dijo la chica con un hilo de voz.

Tomó la mano de Lelouch para echar a caminar con pasos agigantados hacia una de las montañas de escombro. Escalaron juntos, para descubrir que desde la cima podían ver que frente a ellos sólo había millas y millas de destrucción.

Y a pesar de eso, a pesar de que eran muy pocas las construcciones que se mantenían en pie, para ambos fue sencillo saber en dónde habían aparecido.

Especialmente al ver a aquellos colosales robots inservibles, cubiertos de abolladuras y convertidos en simples moles de metal que sólo servían para ocupar espacios vacíos. Había cuerpos, cadáveres, cubriendo las calles. Cuerpos de japoneses y de aquellos que no compartían la nacionalidad nipona e incluso la despreciaban. Lelouch se sintió devastado.

Cuando todos los demás se encontraron sobre la montaña de escombros, se dieron cuenta de cuánto habían arruinado la situación en el Mundo Digital.

El Pandemonio de Bagra había hecho su trabajo, tal y como Ophanimon les había advertido.

— ¿Hemos vuelto...? —preguntó Akari.

— ¿Esto es lo que el Pandemonio de Bagra ha hecho con nuestro mundo...? —preguntó a su vez Kira.

Nene y Lelouch negaron con la cabeza.

—No estamos en Japón —anunció Nene con sombría solemnidad.

Lelouch tomó un profundo respiro y con la voz de Zero anunció:

—Esto... Esto es Britannia.

Nene de la RebeliónWhere stories live. Discover now