Capítulo LXIV: Victory Xros - El Surgimiento de GreyKnightmon

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¡Hey, hola! En Multimedia les dejo la canción Back to Zero, de Code Black in Ashford, para ambientar la batalla contra Daemon. Capítulo dedicado a @Xrouser-Crystal, por sus magníficas ideas. ¡Espero que disfruten la lectura! 

     Taiki yacía ante el general azul.

Cuando la mano con la que cubría su corazón cayó al suelo por su propio peso, sin vida y sin que eso hiciera reaccionar al general rojo, Daemon dio un paso hacia atrás. Reía por lo bajo. No podía sentirse eufórico. No quería dar la impresión de que la muerte del gran Taiki Kudou fuese sorprendente incluso para él. La mente de OmegaShoutmon se quedó en blanco. Miró al general rojo en el suelo. No pudo reaccionar. Kiriha hacía otro tanto. El muchacho, con las pupilas contraídas, tampoco podía avanzar hacia su mejor amigo, a pesar de que quería hacerlo. No soltó ninguna de las lágrimas que querían brotar. El horror se reflejaba en su rostro desencajado. En el ritmo acelerado de su respiración. En su forma de soltar uno de los dos Xros Loaders que aún brillaban. Y cuando Dademon extendió una mano hacia el general caído, y lo hizo elevarse en los aires, la desesperación del rubio aumentó.

OmegaShoutmon perdió su Digievolución. El Digimon King siguió sin poder moverse. El Xros Loader rojo cayó de la mano inerte de Taiki. Aunque la pantalla no se quebró, sí se había apagado.

Daemon seguía riendo. Observaba al general caído con satisfacción.

—Así que fue esta sabandija inútil quien derrotó a Bagramon y encontró todas las piezas del Código Corona... El sexto Héroe Legendario... No es más que un asqueroso saco de huesos humanos que no pertenece a este mundo. Ya no pertenece a ninguno de los dos mundos, en realidad... Kiriha Aonuma, ahora puedes sentirte orgulloso. Tu rival al fin ha sido aniquilado. Has tomado la mejor decisión al dejar que fuera solo al frente. Una de las mayores amenazas ya ha sido destruida.

Kiriha se mantuvo en silencio. En el fondo, quería evitar que Daemon siguiera haciendo que el cuerpo de Taiki levitara. Pero no pudo levantarse. Se quedó paralizado. Sólo miraba al demonio.

Sparrowmon consiguió levantarse al fin.

La respiración irregular de Kiriha era angustiante.

Daemon se deleitaba con su desesperación.

Taiki tenía los ojos cerrados. Los labios ligeramente separados. Su cabeza inclinada hacia abajo hacía que la sombra oscureciera la parte de sus ojos, para no dejar lugar a dudas.

—Vamos, Kiriha Aonuma. Su cuerpo aún está aquí. Levántate y destrúyelo, si no quieres que sea yo quien aniquile sus Datos.

Enfurecido, Kiriha casi comenzó a resoplar. Intentó levantarse. Se detuvo de nuevo, pues el cuerpo de Daemon quedó paralizado por la estática que brotaba. Supo lo que había pasado. Y, a pesar de ello, se sorprendió cuando Nene se posó ante él. La chica respiraba trabajosamente. Enjugó las gotas de sangre que brotaron del ojo donde portaba el Geass. La cantidad de poder que brotó para detener a semejante monstruo era excesiva. Con todo, ella resistió el dolor. Se colocó de rodillas ante Kiriha, que aún se mantenía en el suelo. Impidió por completo que la mirada del general azul se fijara de nuevo en el general caído. Sus manos delicadas se posaron sobre los hombros de Kiriha.

—Kiriha, por favor...

El chico negó con la cabeza. A pesar de que los ojos de Nene estaban cubiertos de lágrimas, la chica mantuvo su fortaleza de hierro. Sparrowmon hizo otro tanto, impidiendo que Shoutmon pudiera seguir viendo a su compañero.

Nene de la RebeliónWhere stories live. Discover now