Capítulo XII: Una Nueva DigiXros - ¡Demonurumon Aparece!

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¡Hey, hola! Les aviso que en Multimedia les dejé una canción que deben reproducir desde el momento en el que las luces de color anaranjado salen de los Digivices, casi al final del capítulo. No supe cómo más decirlo sin dar spoiler. Si no pueden ver el video, les digo que la canción es Ashita no tame ni, de Aya Kamiki. ¡Disfruten el capítulo!

     Cho-Hakkaimon bloqueó una llamarada de Flarerizamon con un fuerte golpe de su martillo gigante, devolviendo el ataque con el triple de fuerza. Flarerizamon retrocedió contra su voluntad y volvió a la contienda inmediatamente, invocando a siete torbellinos de fuego que rodearon a Cho-Hakkaimon con la intención de incinerarla. Ella, sin embargo, supo utilizar esas fuerzas a su favor. Realizó un par de movimientos con su martillo, atrayendo hacia su cuerpo el fuego creado por Flarerizamon y concentrándolo en una esfera gigantesca. Lanzó la esfera hacia arriba y saltó, para darle el mismo golpe que haría hecho con una pelota de tenis. Flarerizamon no pudo esquivarlo. Se desplomó de espaldas cuando la esfera de fuego lo aplastó, causando que el cuerpo del Digimon se hundiera en un gigantesco cráter. Al hacer explosión, Airu tuvo que cubrir su rostro para evitar que el polvo y los escombros la cegaran momentáneamente. La paz reinó sólo durante un breve instante. Cho-Hakkaimon sostuvo su martillo en alto, sin atreverse a bajar la guardia.

Un potente torbellino de fuego apareció cuando Flarerizamon pudo levantarse. Cho-Hakkaimon intentó esquivarlo, pero pronto se vio atrapada dentro de él. Comenzaba a quedarse sin oxígeno, cuando consiguió escuchar la voz de Airu que llegaba desde tierra firme:

— ¡Resiste, Cho-Hakkaimon!

Aquellas palabras fueron suficientes como para que la guerrera Digimon pudiese concentrar todas sus energías en sujetar en el martillo. Se dejó llevar por el torbellino hasta que estuvo lo suficientemente cerca de Flarerizamon. Soltando un grito de guerra, asestó el golpe mortal en la cabeza del enemigo. Los datos comenzaron a desprenderse del cuerpo de Flarerizamon, al mismo tiempo que su imagen se distorsionó de golpe. Airu realizó entonces un fluido movimiento con el brazo derecho, donde llevaba fuertemente aferrado el Xros Loader, haciendo que un lazo luminoso de color púrpura apareciera alrededor del cuerpo del Digimon derrotado. Los datos se almacenaron dentro del Xros Loader rosa. Y al verlos en la pantalla, Airu sonrió con aire triunfal.

— ¡Digimon, captura completa! —anunció.

Cho-Hakkaimon aterrizó entonces, enjugando el sudor que curía su frente.

—Ya me hacía falta un buen estiramiento —comentó ella despreocupada—. Ese sujeto dio una buena pelea.

—No era rival para nosotras, aún así —respondió Airu—. Ahora tenemos que ir a buscar a los demás.

Ambas compartieron una mirada de complicad antes de echar a correr en la misma dirección que sus amigos habían tomado para avanzar hacia el oscuro castillo.

Mientras tanto, en el frente de batalla había problemas mayores.

A pocos metros de distancia de las puertas principales se encontraban dos Cyberdramon dispuestos a asesinar a quienes los estaban enfrentando. Arresterdramon, Devidramon, Dorulumon y Sparrowmon. Kira tuvo que detener a Tagiru antes de que el muchacho pretendiera dar la orden para atacar, pues un plan de emergencia apareció repentinamente en su cabeza.

—Nene —dijo la chica de las gafas de aviador—, ¿puedes hacerte cargo?

La aludida asintió y dio un par de pasos hacia el frente para colocarse frente a sus enemigos. Ellos lanzaron el primer ataque al mismo tiempo que ella realizaba el estilizado movimiento con su brazo para decir:

Nene de la RebeliónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora