Capítulo XIII: Un Golpe de Suerte

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¡Hey, hola! Sólo vengo a decirles que la canción que les dejo en Multimedia deben escucharla al final del capítulo, como si fuesen los créditos. Si no pueden ver el video, les digo que la canción es Again de YUI. ¡Espero que les guste!

     Las cadenas de SkullMeramon se dirigieron a toda velocidad hacia Demonurumon con la única intención de atraparla e inmovilizarla. Pudo haber sido un plan exitoso, si tan sólo ella no hubiese contado con la agilidad necesaria para esquivar el ataque. Tomó las cadenas con sus propias manos y tiró de ellas con fuerza, sin importarle que el fuego estuviese quemando su piel y, tal vez, sin sentir dolor. Con un fuerte tirón, arrancó las cadenas de las manos de SkullMeramon. Las hizo girar en los aires de la misma manera que habría hecho con una soga y las lanzó hacia el enemigo, rodeando su cuerpo y dejándolo totalmente inmovilizado. Tiró sólo una vez más de las cadenas para derribar al siniestro Digimon. SkullMeramon no pudo levantarse, y Demonurumon tan sólo se apartó un poco para poder lanzar el golpe definitivo.

— ¡Destrózalo, Demonurumon! —exclamó Kira.

Obedeciendo en el acto, Demonurumon elevó ambas manos para invocar el poder de una luminosa esfera de luz de color negro. Esperó sólo un par de segundos hasta que la esfera comenzó a emanar energía cálida, como si fuese el fuego más ardiente, y giró sobre sí misma para lanzarla al grito de:

— ¡Demon Canon!

La colisión no dio oportunidad a SkullMeramon para defenderse. El enemigo fue aniquilado. Cuando la nube de polvo se disipó, únicamente quedaron algunas partículas brillantes que quedaron suspendidas en el aire. Kira y Akari sonrieron complacidas, con aire triunfal, y chocaron las palmas para celebrar la victoria. Demonurumon tan sólo levantó su tridente y lanzó una estocada, atravesando así la pequeña nube de Datos y haciendo que estos desaparecieran. La mujer suspiró con pesadez y se mantuvo altiva.

—Ahora ese maldito no volverá a renacer. El Digimundo no necesita a seres inmundos como él.

— ¡Eso fue fantástico, Demonurumon! —Exclamó Kira—. ¡Eres increíble!

La mujer sonrió con suficiencia, de la misma manera que hace una persona soberbia al escuchar que ha hecho bien las cosas.

—Con SkullMeramon destruido, ya podemos avanzar —dijo Akari—. ¡Vamos, rápido!

Kira echó a correr para seguir el paso de la chica pelirroja. Tardaron poco más de dos minutos en llegar a la pesada puerta tras la cual, según el mapa holográfico, se encontraban los prisioneros. Akari intentó abrirla por todos los medios posibles, sólo consiguiendo que sus uñas sangraran al casi ser desprendidas a causa de la fuerza que ella estaba aplicando. Kira se unió entonces, obteniendo el mismo resultado. Con impotencia, Akari golpeó un par de veces la puerta con los puños hasta que su sangre quedó marcada. Le propinó también un par de patadas, en las que intentó dejar ir su frustración. Demonurumon intervino en ese momento. Se colocó frente a las dos chicas, haciendo que Kira tomara a Akari por los hombros para apartarla, y soltó un grito de guerra para incrustar su tridente en la puerta. El tridente se iluminó con una luz de color púrpura y ella, a voz en cuello, exclamó:

— ¡Dorulu Demon Impact!

El resultado fue inmediato y bastante útil. El tridente causó un estallido que destruyó la puerta, y parte de las paredes. Akari y Kira se abrieron paso entre la nube de humo para entrar a la mazmorra. Kira tuvo que detenerse durante un momento para aclarar su visión y toser un poco, pues la nube era un tanto densa. Akari hizo otro tanto, aunque consiguió avanzar un par de pasos más. Demonurumon permaneció frente al boquete, con la única intención de vigilar en caso de que más enemigos decidieran aparecer.

Nene de la RebeliónWhere stories live. Discover now