Emmy es una controladora y perfeccionista nata. Todo en su vida tiene que estar bajo control.
No solo eso: ella siempre tiene que ser la mejor. La mejor amiga. La mejor estudiante. La mejor hija. La mejor nieta.
Siempre. La. Mejor.
Evan es un desast...
Al día siguiente, al final, me dormí. Había puesto cinco alarmas, cada una con tres minutos de diferencia. El tres es mi número de la mala suerte y probablemente por eso acabé apagándolas todas y durmiendo más de la cuenta. Cuando llegué al aula donde se realizaba la reunión del consejo escolar, mirando apurada la hora porque llegaba tarde, Theresa estaba esperándome en la puerta.
—¡Emma!
Nada más verme se lanzó sobre mí, rodeándome el cuello con sus brazos como si quisiera estrangularme. O asfixiarme. ¿Era una venganza por haber llegado tarde tres ridículos minutos? Sí, ese número me perseguía.
Tan solo hacía dos semanas que no nos veíamos. Me tambaleé y me agarré a la pared de cartón piedra para no caerme. Por unos segundos me alegré de que fuera temprano y la mayoría de los alumnos no hubiesen llegado. Así dábamos menos espectáculo.
Sin embargo, al final tuve que protestar.
—Ay, para. ¡Vas a tirarme!
Theresa dejó de zarandearnos de un lado a otro, pero cuando sus brazos dejaron mi cuello, sus manos fueron directas a las mías, atrapándolas y comenzando a dar nuevos y embarazosos saltitos.
—Lo siento, ¡no puedo evitarlo! ¡Es que no vas a creértelo!
Su voz subió unas octavas, volviéndose lo suficiente aguda como para perforar mis tímpanos. Entre eso, y lo rápido que habló, comencé a preocuparme. Intenté poner expresión seria y hacer fuerza con mis manos sobre las suyas para que parara.
—Theresa, para, ¡para! No puedo entenderte si hablas tan rápido.
Los saltitos disminuyeron, pero no fue suficiente. Al final, entre muchos grititos histéricos, conseguí descifrar el nombre "Evan Lerman" y palabras sueltas como "YouTube", genial y guapísimo. La directora fue quien me socorrió, llegando a la reunión más tarde que yo y obligándonos a entrar.
Mientras hablaban de temas como las salidas, los futuros bailes y la organización de las extraescolares, observé de reojo a Theresa. Permaneció impasible y seria durante toda la reunión, dando imagen de chica modelo. Pero yo la conocía, y la forma en que hacía tamborilear sus dedos contra la base de la silla la traicionaba. La curiosidad me carcomía por dentro.
—¿Quién narices es Evan Lerman?
Una vez terminó la reunión intenté que Theresa volviera a explicarme todo, pero la directora nos despachó rápidamente a nuestras respectivas clases. Me había descargado el horario de internet el viernes y no coincidía con Theresa casi en ninguna asignatura. Tampoco vería a Katy hasta la hora del almuerzo, y como Chloe no iba a regresar de su viaje hasta el día siguiente, estaba completamente sola con mis pensamientos.
Para el momento en el que llegó la hora del almuerzo y me reuní con Katy en la biblioteca, ya había llegado a la conclusión por mí misma de que Evan Lerman era uno de los Youtubers con los que Theresa estaba obsesionada.
—Es todo culpa de sus abuelos —comentó Katy, pasando páginas de un libreto viejo con manchas de moho—. La controlan tanto en la vida real, que luego se pasa la mitad de su tiempo en internet.
Theresa vivía con sus abuelos, unos señores muy mayores, muy conservadores y muy recelosos de la sociedad. Ni siquiera la dejaban tener amigos que fuesen chicos. ¡En pleno siglo veintiuno! Poco se esperaban ellos que Theresa estuviese estudiando duro solo para conseguir una beca e irse a vivir a la universidad más alejada del país.
Dejé el libro enorme con las obras más conocidas de Shakespeare que estaba manejando y navegué en mi teléfono, mirando la pantalla vacía, sin estar realmente viendo nada. Katy y yo habíamos comido nuestros bocadillos apresuradamente para poder entrar antes a la biblioteca. Aún así Katy no se resistió a introducir una chocolatina. Decía que no había mayor placer que comer chocolate mientras leía.
—Este año pienso ser el ojito derecho de la Dramática —puntualizó mi amiga, sonriéndome con suficiencia y ofreciéndome un mordisco de la chocolatina—. Le voy a hacer la pelota aunque me cueste la vida.
Decliné la oferta, dejando de la lado la pantalla vacía de mensajes de mi teléfono. "La Dramática" era el nombre con el que burlonamente nos referíamos a la profesora que se encargaba de la extra escolar de teatro. Ya la llamaban así cuando nosotras empezamos el instituto. De hecho, el apodo estaba tan generalizado que nadie recordaba su nombre real. Siempre encontrábamos una forma de llamarla sin tener que usar su nombre. Las situaciones desesperadas agudizan el ingenio de las personas.
—Seguro que lo consigues.
A Katy se le daba muy bien el teatro y, aunque no lo admitiera, ya era casi el ojito derecha de la Dramática.
—¿Te gustaría apuntarte este año? —Preguntó Katy, ajena a que yo ya había dejado de buscar obras.
Lo sopesé. Solo por hacerla compañía me apetecía. Sin embargo era difícil compaginar los horarios de atletismo, las reuniones del Consejo Escolar a las que acompañaba a Theresa y las clases de teatro, dejando tiempo para estudiar. No hablemos de relajarme.
Además estábamos en último año. Ibamos a tener que hacer más deberes y estudiar muchísimo más.
—No puedo prometerte nada —admití, sintiéndome mal por tener que dar una negativa.
Un mensaje brilló en mi pantalla, entrando fugazmente en mi visión. Era de Theresa, para la conversación grupal en la que estábamos todos.
—Mira esto —le dije a Katy, acercándome a ella para mostrarle lo que ponía.
Ella miró por encima del libro, y su ceño se frunció.
—¿Quién es Evan Lerman?
Lo mismo que yo me estaba preguntando horas antes.
THERESA: OMG! NO vais a creerlo xikas, xo Evan Lerman va a venir a nuestro instituto. ME MUERO.
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¡Hola chulis!♥
Espero que vuestro sábado esté yendo genial :) Yo por mi parte tengo un poco de dolor de estómago :( ojalá pase pronto, ¡y ojalá llegue ya al capítulo 5! Desde ahí es cuando personalmente más me está empezando a gustar la historia :P (¡Nos vemos el martes con nuevo capítulo!)
El vídeo del multimedia, que podéis encontrar a continuación, va sobre cómo comencé a escribir en wattpad y acabé publicando en una editorial. El sábado que viene quiero subir otro con los pasos a seguir (que yo usé) para mandar mi manuscrito. ¿Qué os parece?
Un besado enormísimo,
Andrea.
PD. Estos son los famosos que tengo pensados para hacer de Evan. ¿Cuál os gusta más?
