Capítulo 20

30.7K 3.2K 560
                                    

¡Feliz sábado personitas guapísimas de wattpad!

Quienes me seguís en las redes sociales sabéis que mi desactivación estos días se ha debido a que no tenía internet debido a la mudanza, ¡pero eso ya se ha arreglado! (Y ahora tengo fiiiibra, ¡fibra!). De hecho por fin he podido subir también a youtube el vídeo explicando los 7 pasos que seguí o recomiendo seguir a la hora de enviar tu manuscrito a una editorial :) ¡Espero que os guste!

Un abrazo enorme con sabor a chocolate, nos volvemos a ver, Andrea.


CAPÍTULO 20

—Hola novia, ¿qué tal fue el baile?

Gruñí como respuesta. Ni si quiera me molesté en corregirle aquello de "novia". Las clases ya se habían acabado y los alumnos empezaban a escasear en los pasillos, y eso mismo iba a hacer yo: irme. Evan me siguió sin perder el paso.

—¿Me dejarás hoy llevarte a casa?

—Te lo dije, Evan —contesté sin volverme hacia él—. Vivo al lado, tú mismo lo comprobaste.

—Pues vayamos a comer algo. ¿Hay sitios con buenas hamburguesas por aquí cerca?

Esa vez si me digné a mirarlo, y fue para lanzarle una mirada cargada de veneno. Él tardó la cuenta de varios segundos en reaccionar, y cuando lo hizo fue para reírse de mí. Quería darle un pisotón de nuevo, pero uno que dejase su pie marcado en el suelo.

—Es verdad, me olvidaba que eres vegetariana.

Estúpido...

—No importa —negué rotundamente—. No vamos a ir a ningún sitio juntos.

—¿Por qué no? Soy nuevo en la ciudad, aún no conozco nada y no me vendría mal alguien que me enseñara los mejores lugares.

Le observé pensativa, sin abandonar mi marcha rápida. Theresa había comentado en alguna ocasión que Evan no era de aquí, pero yo le había visto en el festival. Además, según él, empezó a venir al instituto por mi culpa. Según esos datos, ya debería estar viviendo en nuestra pequeña ciudad antes del festival.

Decidí que no me importaba mientras rechazaba nuevamente su oferta.

Estábamos saliendo fuera del edificio cuando los vi. Taylor y Mar, besándose apasionadamente en las escaleras de la entrada, a cuatro metros de nosotros. Del golpe que sintió mi corazón me quedé parada en el sitio. Evan, que iba detrás, chocó contra mí impulsándome hacia delante. No me caí, pero el sonido logró que Taylor y Mar se separasen. Ambos se quedaron mirándome. No sabía quien de los tres se sintió repentinamente más incómodo.

—¡Hola! Tú eres Taylor, ¿verdad?

Lo que estaba claro era que Evan no sentía nada de incomodidad. Se movió de detrás de mí y caminó decidido hacia Taylor. Extendió su mano, esperando con una confianza desmesurada a que mi ex novio la estrechara. Al final lo acabó haciendo.

—Yo soy Evan Lerman —se presentó, y luego se dirigió a Mar—. ¿Y tú eres...?

—Mar Meyer.

La voz de Mar salió más aguda de lo normal. Tenía los ojos muy abiertos y se había puesto de puntillas sin darse cuenta. Taylor gruñó molesto, y mi incomodidad y dolor bajaron unos puntos en la escala, dejando un hueco a la satisfacción.

—Un placer —los despachó rápidamente Evan. Después se giró hacia mí, extendiendo el brazo con su mano abierta—. ¿Nos vamos, Em?

Esta vez acepté su mano gustosamente. Ver la cara de Taylor irradiando enfadó me animó a hacerlo. Me despedí de ellos con la mano, sonriendo con socarronería y sintiéndome nuevamente ganadora. No impuse ningún tipo de resistencia hasta que paramos frente a un coche azul eléctrico. Por si su color no fuese poco, brillaba muchísimo, como si estuviese recién encerado.

Besos desde la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora