Besos desde la Luna

Capítulo 43

Si dijese que la noticia no me impactó estaría mintiendo. Es curioso como nos dejamos llevar por los estereotipos: Chloe, la animadora guapa, presumida y popular, con cierto toque de maldad en sus comentarios afilados, jamás habría pensado que le gustaban las chicas.

—¿Tú... eres lesbiana? —Preguntó finalmente Katy, tras varios y pesados segundos de silencio.

El tacto no era la mejor característica de mi amiga.

—No —respondió con tono monocorde Chloe—. Creo que no.

—¿Entonces? —Insistió Kat.

Fui consciente de cómo los dedos de Chloe se clavaban con fuerza en sus brazos, volviendo las uñas blancas por la presión. Las luces del exterior de la casa marcaban sombras en su rostro y ella se refugiaba en ellas, intentando esconder su miedo.

—No lo sé —musitó—, por eso es complicado.

Katy dio una palmada al aire, llamando brevemente la atención de dos chicos que pasaban a nuestro lado directos al interior de la casa. Una vez desaparecieron, se volvió hacia Chloe.

—A ver, aclarémonos. ¿Besaste a una chica y te gustó?

—No lo hagas sonar como una canción de Katy Perry —refunfuñó, arrugando la nariz—. Además, fue más que un beso.

Katy alzó las cejas de forma pervertida y tuve que darle un codazo antes de que Chloe se indignara más.

—¡No seas cerda, mal pensada! —Le riñó, aunque no parecía enfadada por la broma—. Me refería a que para mí significó más que un simple beso.

No terminábamos de aclararnos, así que tomé aire y pregunté directamente:

—Entonces, ¿te gustan las chicas?

—Sí.

—¿Y los chicos? —Inquirió Katy.

—También —Respondió sin dudar, y poco a poco fue soltando el abrazo protector sobre su cuerpo—. Yo... Creo que me gustan las personas.

Me sentía mal, viéndola ahí encogida, como si el mundo se le estuviese echando encima. Instintivamente pasé un brazo por sus hombros, intentando reconfortarla.

—Y Theresa... ¿Qué ha pasado con ella?

—Theresa es una hipócrita. Me ha dejado de hablar por eso mismo, como si tuviera miedo de que ahora fuese a besarla a ella.

Pensé en el núcleo familiar en el que se había criado Theresa. Sus abuelos eran muy conservadores y aunque ella tenía una mentalidad más abierta, era probable que se viera influenciada por los ideales que le habían inculcado desde pequeña.

Sin embargo, no pensaba que fuese una razón de peso para romper una amistad.

—No me lo puedo creer —sentenció Katy—. Esto es estúpido, es como si yo ahora quisiera besarme con todos los chicos de esta fiesta. Mira, me pones a Jason Sanders delante y lo único que querría hacer sería romperle la nariz.

Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Chloe, pero aun tenía cierto toque de temor.

—Tenía miedo de que vosotras reaccionarais igual.

Lo que dijo me hizo sentir terriblemente mal. No la juzgaba por pensarlo, bastante duro tuvo que ser recibir semejante reacción por quien supuestamente era su mejor amiga. No me extrañaba que hubiese tardado en confiar en contárnoslo también a nosotras.

Katy tomó a Chloe de la mano, alejándola de mí.

—¿Sabes lo que vamos a hacer? —Le dijo—. Vamos a olvidarnos de todo esta noche y a disfrutar como locas.