Capítulo 36

27.1K 2.7K 221
                                    

Contarle a Martha y su amiga que mi nombre real era Emmy, a pesar de lo simple que puede parecer, supuso todo un reto para mí. En cierto modo también fue como un pequeño ensayo. Ella estaba sorprendida, especialmente porque no se lo había dicho antes, y no éramos realmente grandes amigas. Entonces, ¿cómo se lo tomarían Theresa, Chloe y en especial Katy? Temía que se enfadasen, pero era un riesgo que estaba dispuesta a tomar desde mi decisión en el vestuario de ser Emmy para todos a partir de ese momento.

Menos para mi padre y mi abuela. Para él siempre sería Nicole, y para ella Emma porque odiaba mi nombre solo por el mero hecho de que también odiaba a mi madre.

No quise contarle nada del incidente a Evan porque no sabía cómo se lo iba a tomar, pero sí se lo dije a Katy. Estábamos esperando frente a su coche a que saliese de clase porque habíamos quedado en ir todos juntos a Lemon Life a por un batido. Por alguna extraña razón se estaba retrasando más de la cuenta, tanto que Chloe y Theresa ya se habían ido sin nosotras. Si esperabas mucho tiempo, el local se llenaría de estudiantes y nos quedaríamos sin mesa. Al menos así garantizábamos tener un sitio cuando llegásemos.

—Tenía que haber estado delante para partirles la cara —gruño Katy, y de hecho hizo sonar uno de sus puños cerrados contra la palma de su otra mano.

—No, lo que tienes que hacer es controlar esos brotes de violencia —la aconsejé, tomando su puño y bajándole—. No te van a llevar a ninguna parte.

Esa misma semana había vuelto a pelearse con Jason Sanders. Él había intentando tocarla el trasero en los pasillos, como si eso fuese un comportamiento normal, y ella había arremetido lanzándole su mochila. Afortunadamente no le dio, porque entonces la pelea hubiese quedado en algo más que un aviso. Joe, que pasaba por allí, se puso en medio cuando vio que un profesor se acercaba. Chloe estaba también, y a mi me daba la sensación de que a pesar de todo él seguía sintiendo algo por ella.

—Matt dice lo mismo —comentó después de un rato, escondiendo parte de su cabello rebelde tras su oreja. No se me pasó por alto el gesto coqueto que escondía una acción tan normal—. Creo que tiene miedo de que me echen de la obra por mi temperamento.

Katy había sido cogida como suplente de la protagonista en la obra, pero la chica que iba a hacer el papel principal había descubierto con muy poca emoción que actuar en la obra del instituto también conllevaba encargarse de preparar los decorados. La idea no le gustó mucho, por no decir nada, y acabó dejando la obra, así que mi amiga finalmente había conseguido su tan ansiado papel. Mathew Owens era coprotagonista.

Iba a preguntarla más sobre Matt, porque últimamente cada vez lo sacaba más a colación, cuando Evan finalmente apareció. Salía caminando a toda prisa del instituto, con la mochila a un hombro y la chaqueta en otro. En aquel momento me vino a la cabeza una imagen mental de James Dean, e identifiqué a Evan como un rebelde roba corazones.

Oculté la sonrisa, al igual que ese pensamiento, solo para mí. Todavía no habíamos hablado de lo ocurrido el fin de semana en su casa. No sabía cómo abordar la conversación, y siendo sinceros, tampoco sabía si me atrevería a hacerlo.

—¡Pero bueno, tardón! —Saludó Katy, chocando con él el puño—. ¿Qué te ha pasado?

—Necesitaba más tiempo para terminar mi examen de biología.

Katy y yo intercambiamos una mirada. Aquello era lo último que esperábamos, sobretodo teniendo en cuenta que el fin de semana, cuando estudié con él, apenas era capaz de memorizar las definiciones más sencillas. Evan era más del tipo de chicos que salía del aula a los cinco minutos de empezar el examen, rellenando poco más que el nombre, no de los que ruegan al profesor por más tiempo para escribir todo lo que saben.

Besos desde la LunaWhere stories live. Discover now