Capítulo 9

31.4K 3.2K 692
                                    

—Quiero pretender que soy invisible —mencioné, acabando el café que Katy me había traído del bar—. Tal vez si lo creo muy fuerte se hace realidad.

—No seas tonta —contraatacó ella, también acabando el suyo—. Tú no puedes hacerte invisible, ¡eres Emma Stuart!

Dijo mi nombre como si aquello significase algo importante. Claro, yo era Emmy Nicole Stuart y ella Katy Davis, pero no significaba más que eso.

—Tu problema es que nunca te has metido en un lío, nunca te has avergonzado a ti misma, y desde luego nunca has tu culo en la cara de una persona. Bueno, hasta ahora.

Tiramos nuestros vasos de papel vacíos y entramos dentro del instituto. La falta de sueño me hacía estar cansada, y aquella tarde tenía entrenamiento de atletismo. Si no lograba recuperarme pronto empezaría a pasar factura en mi media, tanto deportiva como académica.

—Desde luego, eres la mejor dando ánimos —le reñí, ajustando la mochila a mi hombro—. Además, alguna vez sí que me he avergonzado, o metido en líos.

—¿Cómo por ejemplo...?

Empecé a pensar en algún día en el que eso hubiese pasado, como por ejemplo el festival, cuando un grupo de chicos pasó a nuestro lado. Todos me miraron y se rieron, y entonces Jason Sanders dijo mirándome:

—Oye, Emma, ¿quieres poner tú bonito culo en mi cara también?

Todos sus amigos rieron a carcajada limpia y mi boca se abrió sola. Mentiría si dijera que no esperaba burlas en el instituto, el día anterior ya había recibido alguna que otra, pero no estaba preparada para una insinuación de ese tipo. Esa era otra novedad: jamás me habían hablado de esa forma. Y probablemente, de haberse atrevido, Taylor hubiese dicho algo. Pero aunque ahora no tuviese novio, sí tenía una gran amiga.

—Muy gracioso, Jason. ¿Eso es lo mejor que tienes?

Pero un graciosillo es un graciosillo, y él también tenía respuesta para ella.

—¿Tú también quieres, Katy? Te advierto que soy muy bueno con la lengua...

Mierda. Aquello era asqueroso.

—Venga, vámonos —le dije a mi amiga, agarrando su brazo para tirar lejos de aquellos seres repulsivos—. No merece la pena perder el tiempo con ellos.

Pero mi amiga se resistía. Mientras yo prefería huir de los conflictos, a Katy la adrenalina le volvía loca. Fue un milagro que en el festival me sacara de allí en lugar de unirse a la pelea.

—Déjame ponerlo en duda, Jason...

Tiré de ella con todas mis fuerzas, alejando antes de que pudiera continuar con la pelea y aquello acabase mal. Respiré aliviada al ver que respondía, y más aún cuando conseguimos alejarnos del todo del conflicto. En nuestra huida, nos encontramos con Theresa, Joe y Chloe. Esta última estaba bastante agitada.

—No os vais a creer lo que ha pasado —dijo nada más vernos—. No he podido entrar en el equipo de animadoras. Por lo visto he llegado con dos días de retraso, y de apuntarme solo sería suplente gracias a que estuve el año anterior. ¡Suplente!

Todas nos miramos entre sí. Yo sabía que eso ocurriría. De hecho se lo había advertido cuando nos dijo que no estaría en casa para el primer día de clase. Si no te apuntas a una extra escolar en ese momento, es muy difícil que te hagan hueco en otra. A menos que sea teatro, como le pasa a Katy. Casi nadie quiere participar, y muchos menos tienen talento. Pero no iba a recordárselo ahora, sería de mala amiga.

—Mira el lado positivo, así tendrás más tiempo para estudiar.

Todas nos giramos hacia Joe cuando dijo aquello. Parecía que no conocía a su novia.

Besos desde la LunaWhere stories live. Discover now