Por tus ramas

23

- ¿Quieres hacer el favor de apagar eso, Amelia, por favor?

Un ruido ensordecedor salía de su móvil indicándonos que era ya la hora de levantarnos si no queríamos llegar tarde a cada una de los planes que teníamos que hacer esa mañana. Era lunes, un lunes de volver a la rutina después de que pasáramos todo el fin de semana desconectando y dedicándonos solamente a nosotras. Pero, tras haber llegado casi de madrugada al piso, lo que menos me apetecía era tener que levantarme a las ocho de la mañana con lo a gusto que estaba en la cama.

- Ya voy – Amelia se giró, aún si poder abrir lo ojos del todo y deslizó el dedo en la pantalla de su teléfono para poner fin a aquel sonido

- ¡Por fin! – volví a darme media vuelta, pasé mi mano por debajo de la almohada y cerré los ojos sin querer saber nada de todo lo que tenía que hacer

Sin embargo, la morena no estaba por la labor de dejarme dormir, aunque fuesen solo cinco minutos más y comenzó a recorrer mis costados con sus manos, en un intento de hacerme cosquillas, mientras empezaba a dejar besos por la desnudez de mi espalda, subiendo por mi cuello hasta llegar a la comisura de mis labios

- Cinco minutitos más – protesté sin querer abrir los ojos, mientras disfrutaba de los escalofríos que iba provocando por todo mi cuerpo

- Cariño, hemos quedado con tu familia en que íbamos a desayunar todos juntos en el Asturiano antes de abrir la librería

- No quiero – protesté como si fuera una niña pequeña

- Pues tú sabrás, yo voy a levantarme ya – reaccioné enseguida cogiendo una de las manos que antes había estado recorriendo el lateral de mi espalda e hice que cayera directamente sobre mi cuerpo. Atrapé sus labios en un contacto que comenzó suave, pero que poco a poco fui profundizando al notar cómo cerraba sus ojos automáticamente y se dejaba hacer

- ¿Y si dejamos el desayuno para otro momento? – pregunté separándome lentamente, pero manteniendo mis manos enredadas en su pelo sin dejar de admirar lo guapa que era – porque a mí ahora mismo me apetece otra cosa

- Luisita... - dijo viendo mis intenciones

- Te prometo que luego hablo con ellos y quedamos para cenar aunque sea – nos di media vuelta para intercambiar posiciones en aquella cama y empecé a recorrer su cuello con mis labios, mientras sus manos se dejaban llevar por el momento y recorrían mi cuerpo de manera descendente

- Haces conmigo lo que quieres – susurró cayendo del todo

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- Le he dicho a mi madre que estábamos muy cansadas del viaje y todo y que esta noche podríamos organizar una cena en el Asturiano, ¿te parece bien? – pregunté terminando de abrocharme el pantalón de cuadros, a juego con la americana que había escogido para aquel día, sabiendo que tendría una nuevo encuentro con el equipo de la película

- Sí – sonrió mirándome a través del espejo - ¿a qué hora tenías la reunión?

- A las 12, así que te acompaño a la librería

- Genial – dejó un beso en mi mejilla y salió hacia la entrada para terminar de calzarse y coger todo lo necesario para afrontar el día - ¿estás? – alzó un poco la voz

- Sí – salí también de la habitación colocándome uno de los pendientes que quedaban por ponerme. Cogí el bolso y la carpeta con todos los archivos que iba a usar – lista – sonreí y Amelia me dio un beso rápido antes de salir camino a la librería