33. Presentaciones

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<< La vida no es un deporte de mirones:
si pasas el tiempo observando, verás tu vida pasar y tú te quedarás atrás >>

El jorobado de Notre Dame, Disney

Amelia se despertaba intranquila al sentir que Luisita no estaba allí, por un momento incluso su corazón se paró. Se levantó de la cama y a tientas llegó al salón, vio una luz y al fin respiró tranquila. Luisita mordía su boli con nerviosismo bajo la luz de una pequeña lámpara de mesa, la rubia se giró al sentir unos pasos tras ella y al verla su rostro se iluminó.

- Amor... ¿Te he despertado? - Preguntaba con pena.

- Cariño, ¿Se puede saber qué haces? - Se acercó a ella.

- Yo... No podía dormir más y... - Veía como Amelia miraba el cuaderno - Era una sorpresa...

- ¿Una sorpresa? Ay amor... Pero qué sorpresa... Si casi me da un infarto al ver que no estabas... - Se quejaba, pero no dejaba de mirar el cuaderno intentando leer. - Tienes que descansar. - Intentaba ponerse seria.

- La doctora dijo que no debíais llevarme la contraria... - Recordó.

- ¿Puedo verla al menos? - Rogaba la morena y la rubia asentía.

- Es para ti... - Admitió - Nunca mejor dicho...

"Cuando no hubo nadie
que escuchara mi dolor
Cuando vino el frío
congelando mi valor
Cuando ya era tarde
Hasta para rendirme,
llegó tu mirada
Cuando los silencios
se apropiaron de mi voz
Y mis sentimientos
se olvidaron del amor
Fuiste la esperanza,
la que me salvó
La que las ganas de vivir,
a mí me devolvió
Y esto va para ti
Todas mis emociones,
mis canciones, para ti
Todos mis sueños hoy,
quiero cumplirlos junto a ti
Te pertenezco a ti
Sin ti, no quiero nada...
Esto va para ti
Todo lo que consiga,
te lo quiero dedicar
Toma mi corazón,
mi cuerpo y todo lo demás
Es todo para ti
Si tengo tu mirada, tu mirada"

Amelia sonrió su corazón latir realmente fuerte ante aquellas palabras que la rubia le dedicaba, después de lo sucedido habían cambiado muchas cosas en Luisita, pero su inspiración y su amor por ella parecían intactas, incluso más fuertes que nunca.

"Voy a cuidarte
igual que lo hiciste conmigo
Voy a abrazarte
todo el tiempo permitido
Quiero decirte,
cada día, de tu belleza
Y alejarte de la duda y la tristeza
Porque te mereces
lo más grande de este mundo
Los mejores cumpleaños,
los mejores desayunos
Conocer el mundo entero
de tu mano, es lo que pido
Y llenarte de mil flores
por cada día vivido"

- Jo cariño, qué bonito... - Amelia besaba sus labios y el móvil de Luisita vibraba en la mesa, haciendo que la morena frunciera el ceño.

- Es mi hermano... - Anticipó antes de que la morena pensase algo raro - Le van a dar el alta por fin. - Se levantaba de la silla y se quedaba a escasos centímetros de ella.

- ¿Puedo ir contigo a por él? - Agarraba sus manos.

- Todavía no se donde se va a quedar, este piso es muy pequeño... - Amelia apretaba sus manos con delicadeza y acariciaba con sus dedos su piel - Él quiere quedarse en un hotel pero me parece muy frío después de lo que ha pasado y...

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