59. Hormonas

871 84 488
                                    

Alguien dijo una vez: "Madre solo hay una" 
Una frase con la que hemos crecido, que más de una sufrimos ahora, y que no podía estar más equivocada, porque, a veces, 
"Madre hay más de una"

Amelia continuaba su gira, estaba muy cerca de terminar y al fin regresar a casa. Tan solo quedaba un mes para volver a España definitivamente, al menos de momento, y los nervios por la situación se adueñaban de su cuerpo. La morena hablaba siempre que podía con su amada prometida, pero ya hacía varias semanas que no se veían, antes de iniciar el concierto de ese día, cogía el teléfono y le mandaba una foto.

 La morena hablaba siempre que podía con su amada prometida, pero ya hacía varias semanas que no se veían, antes de iniciar el concierto de ese día, cogía el teléfono y le mandaba una foto

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Amelia: Deséame suerte cariño, ya casi te veo🩷

Segundos después su teléfono sonaba.

-¡Hola cariño mío! -sonreía- ¿Ha pasado algo?

-¿Algo? ¿Pero tú te ves? Si estuviese a tu lado te arrancaría ese vestido, ¡Rojo que te lo cojo! -Amelia reía con sus ocurrencias.

-Ya queda menos cariño.

-¡Menos mal! Me voy a volver loca Amelia, cada minuto sin ti se antoja como un tiempo totalmente malgastado, ojalá pudiera estar a tu lado.

-Mi vida... ¿Lo estás llevando muy mal? Ojalá pudiera estar allí y ayudarte al menos con las inyecciones. La verdad que no nada es fácil estar aquí sin ti.

-¿Mal? ¡Fatal! Soy todo hormonas Amelia, me da por reír, a veces por llorar, encima me he enganchado a la novelita esa que ve Pepa y me tiene de los nervios.

-Ya no queda nada para el gran día, ¿Estás nerviosa?

-Demasiado, creo que te voy a romper la mano cuando llegue el momento -Amelia se reía.

-Espero que sea la mala.

-¡Ninguna de tus manos es mala! Esa es la otra, con tanto pinchazo me apetece todo el rato -admitió con una risa nerviosa-, no puedo dejar de pensar en ti y al final...

-¿Todo el rato? -Amelia se sonrojó al pensarlo.

-Todo el tiempo Amelia, no puedo dejar de pensar en hacerte mía -la morena suspiró al pensar en el deseo de la rubia.

-Cinco minutos nena -Sebastián asomaba la cabeza por la puerta.

-Tienes que acabar de prepararte -suspiraba ahora la rubia.

-Solo queda este concierto y te veré al fin, me duele mucho estar perdiéndome el proceso Luisi -admitió con pena.

-La verdad es que en parte te libras de discutir conmigo, al menos casi siempre, pero no queda nada mi vida, tienes razón, y cada día estoy más orgullosa de ti.

Escríbeme una canciónWhere stories live. Discover now