44. Desencuentro

860 90 680
                                    

<< La diferencia entre las promesas y los recuerdos es que solemos romper las promesas, pero los recuerdos nos rompen a nosotros >>
Hércules, Disney

- Luisita... - Susurraba la morena - He visto todo, la he escuchado y no quiero saber nada más... Ahora sí tengo claro que no habrá un nosotras, que no hay nada que puedas decir. Lo he visto con mis ojos, lo he escuchado con mis oídos. Duele tanto que quisiera arrancarme el corazón del pecho para no sentir nada. - Su mano temblaba mientras sostenía el teléfono. - No quiero saber nada de ti, ¡Nada! Quiero borrarte de mi vida por completo. - Sollozaba.

Agarraba un pañuelo que tenía cerca y se encendía un nuevo cigarrillo como podía, mientras el teléfono seguía sonando mostrando la foto de la rubia en pantalla.

- Contestar o no, esa es la cuestión... ¡Venga Amelia no te pongas ahora filosófica! - Hablaba con ella misma cada vez elevando más el tono de voz y centraba la mirada de nuevo en su imagen - ¿Sabes lo peor Luisita? Que no quiero coger el teléfono y decir algo que te haga daño. Como si a ti te hubiese importado romper mi corazón en algún momento. - Golpeaba su cabeza con la mano - Eso es lo peor, lo peor es que me sigo preocupando por ti. - Resoplaba. - Y no sé por dónde empezar a dejar de hacerlo.

- Nadie nunca me ha causado tanto dolor como tú. - Continuaba mientras daba un trago a su cerveza - Creía que eras la mejor persona que había conocido nunca, mi persona, pero ahora tengo claro que has sido lo peor que me ha podido pasar, has destrozado mi vida... Mi confianza, mi interior... A mí...

Sacaba una nueva bebida de la nevera sin mirar si quiera que era y tras darle un nuevo trago resoplaba una vez más mientras su llanto no cesaba.

- Ahogar las penas, si eso sirviera me haría ahogadillas a mí misma. Me hundiría en el mar para purificar el malestar que me invade. Nada sirve, no hay consuelo, ni siquiera sé si llamas de verdad o me lo estoy inventando, porque siento que todo es mentira. Tú eres mentira, te he visto por dentro, ahora sí.  - Las lágrimas recorrían su rostro mientras la ansiedad que sentía cada vez era mayor. - ¿Y ahora qué? La gente sigue preguntando por ti, por nosotras, incluso esos malditos periodistas. - Bebía de nuevo.

- Tú deberías estar con Lorena, o bueno, Lore. - Negaba con la cabeza y fruncía el ceño - Porque estás con ella, y seguro que así eres feliz. Yo solo soy una estúpida enamorada que aún tiene en el fondo de su ser una esperanza de que todo sea mentira... Mentira... - Resoplaba - Todo es mentira Luisita... Todo...

Resopló una vez más sobre el teléfono y lo dejó sobre la mesa mientras seguía sonando. Eso era lo que le hubiese dicho a la rubia si hubiese contestado la llamada, pero no lo hacía, no contestaba.

- ¡No te mereces hablar conmigo! Seguro que te inventas una nueva historia que suene jodidamente creíble y me engatusas con tus malas artes, eso es lo tuyo, escribir historias inventadas. - Refunfuñaba mientras miraba la pantalla a lo lejos, aún iluminada. - No mereces nada de mí, bastante te he dado ya, he perdido todo por ti, incluso a mí misma.

De nuevo el teléfono sonaba.

- ¿Es que no te vas a rendir nunca? ¡Joder! Ya podías haber luchado tanto por mí como porque te coja el puto teléfono. - Gritaba mientras buscaba en la nevera algo más para beber, y tras ese tercer intento Luisita pareció no insistir más...  Amelia dudó incluso si coger el teléfono y tirarlo a algún lugar...

Cuando Luisita parecía haberse rendido su teléfono volvió a sonar... Era un mensaje...

Luisita: Perdona por llamarte, no quería molestar, me ha llamado un número privado y pensé que podrías ser tú. Espero que estés bien, que la gira esté yendo como tu esperabas.

Escríbeme una canciónWhere stories live. Discover now