Escríbeme una canción

43. Llamada a la realidad

<< Me correspondía a mí esforzarme por mi sueño, agarrarlo con fuerza...
y convertirlo en realidad >>
Coco, Disney

- Ya nos conocemos... - Repitió Luisita centrando la mirada en ella.

- ¿Y de qué conoces tú a una escritora de canciones amiguita? - Se interesó Beatriz mirando a su amiga con complicidad.

- Fue mi primer amor... - Admitió y una sonrisa traviesa se dibujó en los labios de la señora Bueno, mientras Luisita alucinó con la facilidad de la doctora para decirlo en voz alta sin reparo... Sin vergüenza... Sin arrepentimiento.

- Joder con la Lore, y lo calladito que se lo tenía... - Respondió Amanda que no podía estar callada - Con Luisita... Y encima la primera... Siempre tuviste buen gusto pillina... - Las dos se ruborizaron y tras darse dos tímidos besos tomaron asiento una al lado de la otra.

- Dicen que el primer amor deja huella, que nunca se olvida... - Beatriz parecía tantear a Luisita, conocía a su amiga y no había dejado de mirarla desde que había llegado.

- Hombre, es muy importante... - Lorena parecía entrar en el juego y Luisita observaba callada.

- Deja huella... - Amanda también añadía su parte.

- Yo creo que el amor más importante no es el primero sino el último... - Se pronunció la rubia, fiel a sus creencias, y es que para ella ese último no dejaba de ser Amelia.

- Nunca sabes que es el último... - Lorena la llevó la contraria. - No puedes saberlo...

- Pero puedes aferrarte a la idea, a la esperanza... A tus sentimientos...

- Los sentimientos no se pueden controlar... - Contestó ahora Amanda.

- Ni que tú tuvieras de eso... - Lorena se reía y Luisita se relajaba un poco, aunque seguía en tensión.

- Estoy con Luisita - Ahora era Beatriz la que miraba a la rubia con complicidad - El último amor es el más importante, y yo tengo la suerte de que el primero y el último son el mismo... - Dijo con decisión y besó a Amanda, haciendo que la de ojos claros la mirase con ternura.

- Pero las huellas siempre están ahí... - Insistió Amanda una vez más, Lorena centró la mirada en la estantería que había frente a ellas y se rio.

- Y vosotras siempre con lo mismo... Menudo decorado para el reservado, personalizado... - Lorena cambió de tema, o lo intentó... - Por cierto, Amanda, podrías taparte un poco que me vas a sacar un ojo con ese pezón rebelde... - Decía la castaña señalando el escote de la rubia de ojos claros.

- Ni que no te gustase lo que ves... - Refunfuñaba con una sonrisa - Además, el buen gusto no hay que perderlo... ¿Verdad? - Amanda sonó realmente sugerente con la frase, centrando la mirada en la castaña y mirando de reojo a la rubia.

- Cuando algo es bueno supongo que nunca deja de gustarte... - Lorena le dio la razón y Luisita se ruborizó de nuevo. - Pero bueno, hablemos de esa obra que ya está dando mucho que hablar...

- ¿De trabajo? ¿Ya? Te recordaba más entretenida... - Insistía Amanda.

- ¿Por eso estamos aquí no? - Insistió Lorena, que había notado algo incómoda a Luisita con lo anterior.

- Bueno, por eso y por conocernos un poco más, sobre todo vosotras, pero ahora ya se que os conocéis en profundidad... - Una risa traviesa salió de los labios de Amanda.

- La profundidad es tu tema preferido de conversación, deberíais vivir en una cueva... - Ahora era Lorena la que se reía y Beatriz la acompañaba.

- Yo es que soy más de luz, para verlo todo mejor... ¿Tú prefieres a oscuras Luisita? - Todas las miradas se clavaron en la rubia, que bajó la cabeza.